Una de las apuestas más interesantes de la distribuidora Cine Caníbal para este cierre de año es la coproducción irlandesa-británica-estadounidense Sing Street: Este es tu momento (Sing Street, 2016), octavo largometraje que dirige – y el cuarto apenas que firma en solitario – el cineasta dublinés John Carney. En su más reciente película, Carney retoma la música como uno de los ejes de su relato, siguiendo la línea del drama musical Empezar otra vez (Begin again, 2013), su trabajo más exitoso hasta la fecha y con el cual recibió una nominación al Oscar por la mejor canción original.
El guion escrito por el propio Carney se sitúa en Dublín a mediados de los años ochenta. La crisis económica golpea los bolsillos de los irlandeses, muchos de los cuales sueñan con emigrar a Londres en busca de mejores oportunidades de vida. En ese contexto, Conor, un adolescente influenciado por una creciente avalancha de nuevos sonidos en la radio y televisión, decide formar una banda para impresionar a Raphina, una joven y enigmática aspirante a modelo. Pero las cosas no son fáciles para el chico, ya que debe enfrentar el acoso por parte del director de la escuela católica a la que asiste, así como el desmoronamiento de su familia tras el inminente divorcio de sus padres.
El cineasta irlandés, quien a principios de los noventa fuera bajista de la banda The Frames, cuenta que buena parte de la historia de la película está basada en su experiencia personal, en sus inicios como músico y en las dificultades que tuvo que sortear para destacar en su carrera musical en un ambiente tan conservador como lo era en la ciudad de Dublín de esos años.
Sing Street hace gala de su carácter musical retomando varios temas clásicos de los ochenta de bandas como The Cure, Duran Duran, The Clash, etc. Pero además, la cinta incluye varias composiciones originales que a lo largo del metraje son interpretadas por la agrupación que da nombre al filme.
La cinta explora no solo el lado musical y sentimental que despierta el ímpetu juvenil. Hace también una clara referencia al carácter represivo de los colegios católicos irlandeses de la época, su hipocresía y liviandad, las cuales son representadas por el amargado hermano Baxter. Aunque posiblemente pudo ahondar más en el conflicto familiar: la compleja relación de los padres que viven unidos por una hipoteca al igual que el papel casi indiferente de la hermana menor que poco aporta al relato.
Destaca el desempeño del debutante Ferdia Walsh-Peelo, cuyos conocimientos musicales le ayudaron a construir un personaje simpático y creíble a pesar de que no es un actor profesional. Mientras que la neoyorquina Lucy Boynton tiene ya una vasta experiencia en el mundo de la televisión y aunque lo hace bien, se nota claramente mayor de los dieciséis años que dice tener su personaje.
El director irlandés apela a la nostalgia: la música, la adolescencia y el primer amor son elementos indispensables de este filme que transita sin dificultad del drama familiar a la comedia amable. Sing Street es una respuesta pulida y amigable para el trío de chicas punk de ¡Somos lo mejor! (Vi är bäst!, 2013). No ofrece grandes sorpresas pero tiene el encanto suficiente para hacerla amena e interesante sin caer en la cursilería total.