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The Souvenir: relaciones tóxicas con heroína

The Souvenir

La sección de estrenos internacionales del FICM, suele incluir algunas de las películas más esperadas del evento. Dicha selección incluye este año El recuerdo (The souvenir, 2019), cuarto largometraje que escribe y dirige la cineasta londinense Joanna Hogg. La cinta ganadora en Sundance (Gran premio del jurado) y Berlín, tuvo paso un modesto pero significativo por la cartelera estadounidense, la cual suele ser poco receptiva a las propuestas independientes.

Basada en sus experiencias como estudiante de cine a principios de los ochenta, la directora escribió el guion tomando como referencia una relación tóxica que sostuvo con un hombre adicto a la heroína. De hecho, Joanna Hogg planea hacer una segunda parte de esta película en donde contará la conclusión de este caso.

Julia, el personaje que de alguna manera representa a la directora, es una joven proveniente de una campirana familia acomodada que posee un departamento en la ciudad. Su situación privilegiada y cierta ingenuidad de su parte, permiten que sus amigos se aprovechen de ella. Comparten espacio pero no hacen ninguna clase de aporte económico. Las cosas se complican cuando Anthony entra a su vida. Empleado de relaciones exteriores, de gustos refinados, pero abusivo y con una severa adicción a las drogas, logrará poner patas arriba el tranquilo mundo de Julia.

La directora nos muestra el progresivo deterioro de la pareja. A la llegada intempestiva de Anthony al departamento, sigue una serie de peticiones de dinero, comentarios humillantes y sugerencias como la de usar un tipo específico de lencería. Claramente Julia vive a la sombra de Anthony y decide pasar por alto las claras señales de peligro que en todo momento permean en la relación.

Resulta significativo no solo que Tilda Swinton, amiga de la infancia de la directora, interprete a la madre de Julia, sino que la propia hija de la actriz, Honor Swinton Byrne tenga el papel protagónico, sobre todo si tomamos en cuenta que nunca antes había actuado. Pero es tal la confianza que existe entre las tres mujeres que el proceso, según contó en una ocasión la propia Joanna Hogg, fue en todo momento fluido y natural.

Contada a partir de planos fijos, con diálogos más bien escuetos somos testigos del deterioro, no solo de la pareja, sino también del desarrollo profesional de Julia como cineasta, quien luce insegura y desconcentrada en el set de filmación, además de que todo el tiempo debe pedir dinero prestado a sus padres. ¿Qué tan personal es el filme de Hogg? De acuerdo a la directora, su personaje principal se basa en sus propios diarios de la época y la interpretación de Anthony está basada en cartas y escritos de quien fue su pareja en ese momento.

El título del filme proviene de una pequeña pintura del francés Jean-Honoré Fragonard, en donde una joven graba en un árbol las iniciales de su amado. ¿Qué tanto de la obra se refleja en la película?

Quizás la idealización del personaje masculino. Pero Joanna Hogg no suele ser muy evidente en sus referencias, siempre hay algunos espacios oscuros en su filmografía y ese es precisamente uno de sus mayores encantos.

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