Revés Online

Tres momentos de Bong Joon-ho

Omar Arriaga Garcés / Guanajuato

Tres veces he visto intervenir al joven director coreano Bong Joon-ho, el magno invitado al GIFF 2011 y a priori ganador; no porque sus filmes estén en competencia ni porque vayan a venderse toneladas de copias de alguno de los cinco, sino porque la singularidad tan propia de su cine los fijará, sin duda, en la mente de los que han presenciado sus proyecciones, pues aunque Joon-ho sea uno de los más célebres exponentes de su país, no eran muchos los cinéfilos asiduos que lo conocían.

Atento y nervioso se podía ver al nacido en Daegu el año de 1969, mientras esperaba en la alfombra roja para entrar al Teatro Juárez a su propio homenaje, el jueves 28 de julio, cuando unas palabras de agradecimiento bastaron para ganarse a un público que, probablemente, le pertenecía ya desde antes. Luego vio una película muda de 1934, originaria de su país, Crossroads of youth, acompañada musical y vocalmente, lo que sin duda le emocionó.

“Mi madre la ha visto conmigo, pero nunca ha comentado nada”. No, no de Crossroads…, sino de Mother (Madre), su más reciente trabajo fílmico, esta vez el viernes 29 en la noche con el Teatro Principal como escenario. Las observaciones del cineasta al término de la proyección se centraron en las relaciones entre padres e hijos, tema central de la cinta, sobre todo en las relaciones entre las madres y sus críos.

En la obra, una mujer hace todo por sacar adelante a su hijo único, acusado de un cruel crimen, lo que hizo que Joon-ho hablase de su paternidad. Expresó, empero, que las madres coreanas son extremas, al grado de que la protagonista, prototipo de la buena madre coreana, participa punto por punto del destino de su unigénito que, quizá la comparación sea poco elegante, algo de calvario tiene.

“La madre de la película está medio loca”, comentó con esa espontaneidad que lo define, mas algunas madres entre el público le espetaron de inmediato, en inglés y en español (mediante intérprete, claro está) que ellas hubieran hecho lo mismo en un caso semejante. Entonces Bong confesó: “Yo habría hecho lo mismo”.

De cierta manera, en la que fue programada como una conferencia magistral pero que tuvo más de conversación, ya había concedido que él tenía algo de un personaje de Barking dogs never bite (Perro que ladra no muerde), pues también solía vagar por las calles cuando joven; sin embargo, sólo concedió que su madre era la que por instantes guardaba cierto parecido con la protagonista de Mother.

Salir de la versión móvil