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Viudas: un thriller trepidante y crudo

Aunque Viudas (Widows, 2018), se anunciaba como un thriller trepidante, lo cierto es que el nombre de Steve McQueen como director y guionista, presagiaba algo más que simple entretenimiento. El cineasta londinense ya se había anotado éxitos notables con cintas más pequeñas como Hambre (Hunger, 2008), sobre la muerte de Bobby Sands en una prisión inglesa durante el conflicto de Irlanda del Norte y Deseos culpables (Shame, 2011), que sigue los pasos de un adicto a las relaciones pasajeras. El éxito comercial finalmente llegaría con 12 años de esclavitud (12 years a slave, 2013), obra de corte más convencional ganadora de tres premios Oscar, incluido el de mejor película, ni más ni menos.

Aunque el guión está firmado por el propio McQueen en conjunto con la escritora Gillian Flynn, está inspirado en los personajes creados por la novelista y guionista británica Lynda La Plante, los cuales fueron presentados en la serie de televisión del mismo nombre. La historia de un grupo de mujeres volcadas al mundo criminal ha sido llevada a la pantalla chica en varias ocasiones: la primera en 1983 y la última de ellas en 2002.

Tras un robo que sale mal, un grupo de asaltantes de alto perfil pierde a todos sus integrantes al intentar escapar de la policía. Las viudas de tres de ellos no solo quedan en una precaria situación económica, también se ven involucradas en el legado criminal de sus parejas cuando una deuda no saldada y una compleja red de intrigas políticas hacen su aparición. Basándose en una libreta de anotaciones del líder de la banda, las mujeres intentarán cometer un peligroso atraco que les permita salir de la complicada situación en la que se encuentran.

McQueen realizó varios cambios sustanciales al guión original, el primero de ellos trasladar la acción de la capital inglesa a la ciudad de Chicago. No es un tema menor, puesto que Chicago sufre alarmantes niveles de pobreza que se concentran en los barrios afroamericanos del sur y el oeste de la ciudad, donde un informe reciente acusaba a la policía local de estar infestada de agentes racistas (un ejemplo de ello puede verse en el filme). En este sentido, el director se anota otro tanto al trasladar el protagonismo a una mujer afroamericana que forma parte de un matrimonio interracial. La rubia Dolly Rawlins de la serie original se convierte en Verónica Rawlings, interpretada ahora por la actriz afroamericana Viola Davis.

Condensar una serie de televisión de seis capítulos en un filme de poco más de dos horas no es una tarea sencilla, hay mucho que se pierde en la conversión. Por citar un ejemplo, hay historias de violencia y abuso en el pasado de las protagonistas que apenas se esbozan en el resultado final. Por otra parte, el interesante drama político que enfrenta a dos familias por el control de un sector de la ciudad, se ve limitado por el tiempo que requiere el formato cinematográfico, lo cual inevitablemente reduce sus alcances.

Es imposible no pensar en la reciente Ocean’s 8 (2018), una elaborada comedia de acción en donde un grupo de mujeres cometen un robo aparentemente imposible. Pero a diferencia de la cinta de Gary Ross, Viudas ofrece una visión más cruda y perspicaz de la vida criminal. Sin embargo, abusa de los giros en la trama, parece claro que había mucha presión para recortar más y más metraje. La película nos presenta a un grupo de mujeres que deciden tomar las riendas de sus vidas con poco más que un cuaderno y mucha determinación. De entrada parece loable, incluso arriesgado, pero es el tipo de cine al que Hollywood se apunta últimamente, un signo de los tiempos que corren, pero no por ello mucho mejor que el cine más perturbador y personal que mostró McQueen en sus inicios.

 

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