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Wicked y la violencia simbólica

Hace poco fui al cine motivado por el aburrimiento, aunque en la elección de la película jugaron otras motivaciones también. Por ejemplo, la serie de recomendaciones cada vez más insistentes tanto en la radio como en internet. Además, la persuasión propia de mi pareja por ver una película sobre el origen de las brujas en el Mago de Oz: Wicked. 

La película era, a mi parecer, aburridísima, y luego de un rato Morfeo me noqueó. Ni siquiera las palomitas o los dulces de contrabando lograron evitar que mis ojos se cerraran. Fueron unos sutiles golpes con el codo los que me despertaron. “Estás roncando mucho”, me dijo mi pareja, entonces, ante la imposibilidad de volver a dormir hasta que acabase la función, intenté hacer un ejercicio mental: identificar fenómenos curiosos en la película.

Esa y no otra es la razón de este texto, no es una recomendación, así que contaré detalles.  Sí, la malvada bruja del Oeste muere derretida, perdón por arruinar 124 años con un spoiler. Aquello de si tiene buen ritmo, si cuenta con buena o mala fotografía, si los diálogos son creíbles o qué tan bonito cantan Danna y Ceci en el doblaje se los dejaré a otros más duchos en el séptimo arte. A mí lo que me interesa en realidad es el papel de Oz y la escuela para mantener el orden social.

  1. ¿Cómo la escuela detecta un don?

La historia central inicia, amén del viaje del héroe, mostrando a Elphaba, una niña de piel verde y de clase alta. Es a corta edad que descubre sus habilidades mágicas, mismas que no podrían ser explotadas debido a los prejuicios de su padre que impiden una “buena” educación para la joven.

Al crecer, Elphaba va a la escuela, pero no para estudiar, sino solo para acompañar a su hermana, Nessarrose, una joven con discapacidad física. Al parecer, esa chica se convertiría en la bruja del Este, lástima que su vida terminase con la corpulencia de una niña de Kansas derrumbándose sobre ella, la misma niña que derritió a Elphaba. Qué manía de la chica de Kansas por terminar con aquella estirpe1.

Luego de la indicación de su padre, Elphaba acompaña unos minutos más a su hermana para que se adapte a la poco inclusiva pero mágica infraestructura del recinto. Tras otros sucesos dramáticos, Elphaba hace una demostración de sus habilidades en magia, eso llama la atención de la directora (supongo que la bruja del norte), es decir, detectó un don.

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En ese momento, el rumbo de Elphaba cambia. Ya no volvería para ser recipiente de odio para su padre, sino que se quedaría becada en el recinto porque tiene habilidades. Pero, ¿serán esas esas habilidades mágicas un “don”? Pues depende. Recordemos que Oz es un país donde los animales hablan, las brujas existen y la piel verde preocupa de una forma social y no médica. Aquel país es gobernado por un supuesto mago increíblemente fuerte y con más soberbia que Bon Jovi: Oz el poderoso. Es pues una sociedad que valora la magia.

Wicked violencia

Un sistema educativo valora como un don aquello que le permita perpetuar su propia “cultura”. Su don no hubiera sido valioso en Puebla de 19342, mucho menos en Salem es sus tiempos de hongos alucinógenos y aquelarres. Para los espartanos, aquellos con un don eran quienes podían asesinar a más adversarios, no así con nuestra sociedad eurocéntrica actual.

De esta forma, puede que existieran personas mucho más dotadas, como el caso de Galinda, quien cuenta con habilidades sociales y personales bastante desarrolladas. Son embargo, son poco apreciadas por el sistema educativo determinándola como “mala estudiante”. En México, por ejemplo, existen una serie de habilidades establecidas como necesarias, mismas que no son ni buenas ni malas… ni únicas. Aunque la premisa sea buscar una educación integral, es decir “enseñar lo que les sirva para la vida”, determinar las materias que se impartirán es un acto completamente arbitrario. ¿Quién impone cuáles habilidades son necesarias y cuáles no?

  1. La violencia simbólica

El viaje de Elphaba continúa y mientras trata de sobrevivir en un entorno para el cuál no está adaptada debido a su condición, es educada en magia por la directora. A la par, se desenvuelve un conflicto social en Oz: los animales son oprimidos y silenciados. Por ejemplo, tras la placa de Oz el poderoso, se encontraba la de unos animales. Incluso, el doctor Peter Dinklage es una cabra que enseña historia por el día y organiza una revolución por las noches con otros animales del campus que también son silenciados por el Estado.

Es clara la opresión contra la clase social de los animales. Pero no se debe pensar que la represión física es el único mecanismo de control existente, ya lo decían Althuser, Bourdieu y Passeron, la educación es un aparato ideológico del Estado. La escuela sirve, en esencia, para transferir de una generación a otra los conocimientos que el Estado considera importantes, esto incluye valores y nociones más o menos claras de lo correcto y lo incorrecto.

El concepto de justicia se adapta al momento de la sociedad que lo aplica. Por ejemplo, obligar a que las comunidades indígenas olvidaran su lengua para aprender solo español era considerado justo en el sistema educativo mexicano hasta el 20193. Lo mismo el separar a los blancos de los negros en la escuela lo era hace unos setenta años en Estados Unidos. Ejemplos como estos sobran y quizá haya procesos que ahora mismo consideremos justos, pero que en unos años las próximas sociedades nos tacharán de ignorantes y salvajes.

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Ese control que el Estado ejerce de forma sutil enseñándole a los estudiantes qué es lo correcto o lo justo es incluso más peligroso que el sometimiento físico, pues es aceptado por la propia víctima. A esto es a lo que se refería Bourdieu con “violencia simbólica”, una violencia ejercida a través de acciones pedagógicas que cuentan con la complicidad de la víctima. O sea normalizadas, pues.

En Oz no había ningún animal que fuera estudiante, porque incluso si la matrícula no le era negada, los propios animales se callaban. Todo porque la escuela enseñaba que un animal no debe hablar y que incluso se es más feliz así. ¿Para qué alguien quisiera cuestionar cómo funciona la escuela, si solo se va a deprimir y los antidepresivos son carísimos?

Aunque es cómplice, la víctima no es culpable, sino que es parte de una respuesta mecanizada. Cuando en las escuelas técnicas se asignaba el taller de costura para mujeres y el de mecánica para hombres, se ejercía un control que eventualmente normalizaron los usuarios. Puede que estos ejemplos sean obvios y hasta absurdos, pero si se pregunta quién debe pagar en una primera cita o si el padre y la madre tienen roles establecidos e irremplazables en una familia, las cosas se complican mucho más.

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Volviendo a los animales de Oz, hay que recordar que El gran mago es un viajero de otro país. La cultura popular le ha asignado a Estados Unidos como patria. Oz no es malo, no ante los ojos de los estadounidenses, es solo un farsante que intenta perpetuar sus tradiciones en el país donde lo han elegido como gobernante.

Oz es el Estado en sí y utiliza a la escuela para controlar a los animales, pues de donde él viene, ellos no hablan. No es necesariamente que Oz odie a los animales, sino que entiende una realidad, y para él, eso es la Realidad. Su lucha debe ser la lucha de todos, por eso la importancia de tener brujas. Si aquellas son malvadas o no dependerá de qué tanto se ajusten a los intereses del Estado, y no de si machetearon a un leñador porque una suegra psicópata le pagó para hacerlo4.

  1. Doble imposición

Ya quedó establecido que Oz no es el genio malvado, sino solo un torpe gobernante que trata de perpetuar sus ideas a través de mecanismos de violencia, como la educación. Ahora conviene observar la doble imposición que se ejerce en los sistemas educativos.

Digámoslo así, un sistema educativo perpetúa el interés cultural de la clase dominante, tomando como ejecutores a los docentes, quienes normalizan el sistema para luego ejercerlo con los alumnos. A su vez, éstos lo normalizan y al crecer lo reproducen con las nuevas generaciones. Sin embargo, una paradoja que el propio Bourdieu advierte es que lo que la escuela manifiesta no es no es exactamente igual que la violencia ejercida en la vida cotidiana.

Es contradictorio, lo sé, pero basta con asomarse a los planes de estudio para entender cómo es que se presentan premisas que ejercen violencia. Ejemplo de ello es la idea normalizada de que un niño con dificultades en matemáticas o que saca bajas calificaciones en el área de Comunicación es entendido como un fracaso, un alumno que no podrá conseguir un buen empleo en el futuro. Al salir puede darse cuenta que no era tan necesario tener buenas calificaciones, pero que igualmente será tomado como un fracaso tan solo por tener una forma de entender el mundo distinta a la de la clase dominante.

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Cuando una persona utiliza la disyuntiva entre el deber ser y el ser de forma extrema y no considera la correlación que hay entre una y otra (una como doctrina prescriptiva y otra como una descripción) inmediatamente crea una nueva idea del deber ser y el ser.

De forma más concreta: la ley dice que la educación básica debe ser gratuita, pero se asume que en la práctica no es así porque existen “aportaciones voluntarias” de manera obligatoria. Cuando esta actividad se normaliza, se concluye que no es justo que unos paguen y otros no.

Por ello se establece un nuevo deber ser, argumentando entonces que la educación no debe ser gratuita para nadie. Es decir, la educación debe ser pagada por cada padre de familia, contradiciendo el deber ser inicial. Si el deber ser fuera distinto al ser en este caso, ¿cómo el nuevo deber ser se podría materializar? Así, hay una doble imposición, la que el Estado manifiesta a través de sus sistemas y la imposición de la sociedad que ha normalizado la violencia simbólica.

  1. El fin

Entiendo que la película no se centraba en el sistema educativo, pero cada uno tiene su manera de sobrevivir al sueño y el aburrimiento. Por ahora, solo me queda tratar de evitar musicales de casi tres horas para desempacharme. Y a usted, lector que llegó hasta este apartado, alejarse de los artículos largos por un rato, también para desempacharse.

Textos fuentes

Bourdieu, P., & Passeron, J. (2019). La reproducción: Elementos para una teoría del sistema educativo. Siglo XXI Editores.

Baum, L. F. (1996). El maravilloso mago de Oz. Courier Corporation.

Servat, B. (2022). Sociología para Educadores: Fundamentos para el análisis de hechos socioeducativos. Ediciones UC.

Notas

  1. La única prueba que tengo sobre esta afirmación son los zapatos de plata. Lo único que quedó de la bruja del Este cuando Dorothy cayó sobre ella en el relato original El maravilloso mago de Oz.
  2. Aún para este punto había linchamientos públicos, como el sucedido en Puebla en 1934 contra Micaela Ortega.
  3. Hablo de lo que dicen las normas educativas. Por ejemplo, la educación plurilingüe se anexó a la Ley General de Educación en 2019.
  4. Una manifestación de crueldad de la Bruja mala del oeste fue hechizar un hacha y destazar al que se convertiría en el Hombre de hojalata.
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