A diferencia de los años 2011 y 2012 en los que realicé listas en esta misma web exclusivamente de álbumes editados o reeditados en España, para el 2013 entrego no una, sino dos listas en las que combino álbumes españoles e internacionales, y en las que, por primera vez, la elección está determinada y limitada por el margen de discos que tuve la oportunidad de reseñar a lo largo del año (algunas todavía no se publican pero estarán disponibles en breve), la mayoría de los cuales fueron facilitados por los propios sellos o autores implicados (desde aquí mi gratitud a cada uno de ellos). Esta lista de diez discos es algo así como el “Lado B” (o una prolongación) de la que publiqué en Satélite Media. Quizá sea una lista muy estrecha (de hecho, todas lo son) pero me quedo con la consciencia tranquila debido a que, si bien no me arrepiento de nada, en las listas del 2011 y 2012 elegí algunos álbumes que apenas pude disfrutar y/o comprender del todo, debido a las prisas y las restricciones para acceder al material; en cambio, en esta ocasión puedo decir que he vivido intensamente cada una de las publicaciones que aquí se compilan -ya son parte de mi vida- y que por ello me siento confiado al recomendarlas.
10. Anna Von Hausswolff. Ceremony
City Slang/Kning Disk
Pop gótico. Segunda referencia discográfica en la carrera de Anna von Hausswolff, una chica sueca de veintisiete años, cantante, pianista, organista y compositora. En esta ocasión se supera a sí misma con respecto a su primer material, entregando un álbum cohesionado, ambicioso, cuasi conceptual (lo concibió como un film y se nota), y labrado con un conocimiento de causa artística más afinado (aunque no del todo consumado), donde el uso del órgano (grabado en la catedral de Annedalskyrkan, Gotemburgo, su ciudad natal) y los pasajes oscuros (y hasta siniestros) adquieren principal protagonismo, situándose en un punto entre la música experimental, el medievalismo gótico, el (freak) pop, el drone metal, trocitos de slowcore y hasta canción de estadio. Ceremony habla de muerte -el fallecimiento de su abuelo fue uno de sus motores creativos- pero también del resurgir de la vida. Una liturgia única. Reseña completa.
09. Orquesta El Macabeo. “Salsa Bestial”
Vampisoul.
Salsa. Esto son trece rockeros poniendo la salsa al día es lo que cantan en una de las canciones de este disco, y aunque desde luego no pretenden sonar clásicos, su música definitivamente se alimenta directamente de la tradición del género. Practican una salsa que se acerca a aquella denominada “gorda”, “dura” o “pesá”, que se popularizó en los setenta y a la que se daba esos apelativos por la potencia tan intensa que ofrecían las orquestas de la época en sus directos. Aquello era la bomba y los macabeos lo saben. A base de brío, una actitud desprejuiciada y sentido del humor, y no tanto por innovación, estos músicos de Puerto Rico le están dando un renovado brío al género (jugando además con elementos más propios del funk, el bolero, el jazz, entre otros), captando seguidores no sólo de la salsa, sino de otras escenas. Bestial. Reseña completa.
08. Doom Providers. “T.D.P.”
PIRA.MD
Hip hop. La fusión entre El Vox, MC que también se hace llamar Ace Hitter, y Harry Caine, productor y beatmaker que ya ha publicado por su cuenta un puñado de EPs y LPs de lo más disfrutables, logra complementarse en verdadero equilibrio ya que por un lado tenemos el carácter desdeñoso del primero y, por otro, sirviendo prácticamente como contrapeso, el colchón hipnótico y apacible de los sampleos del segundo, quien diestramente recurre, entre otros estilos, a géneros como el jazz, soul, bossa nova y dub para generar bases en las que uno se recrea como si se trataran de sofás sonoros. Las temáticas de las canciones giran en torno a la autoafirmación, al desprecio, la confusión y el tormento existencial, la marihuana y hasta el antimaterialismo. Formidable trabajo iniciático. Reseña completa.
07. Danny and The Nightmares. “Death of Satan”
Munster Records
Lo-fi sombrío. Grabado en el 2008 pero editado hasta ahora, bajo el nombre de Danny and The Nightmares se ampara no otro que el hoy célebre Daniel Johnston, fascinante músico de mente perturbada (esquizoide maniaco depresivo diagnosticado) quien desde principios de los ochenta representa todo un fenómeno global de la escena underground y lo-fi. Death of Satan es el tercer y último disco que registra con The Nightmares (uno de los componentes falleció en el 2011), una pareja de admiradores que lograron extraer la faceta más garageramente eléctrica y tétrica (lo que ya es decir tratándose de quien se trata) del autor californiano de 52 años. Poseedor de un complejo y profundo mundo interior como atrapado en el tiempo, en este álbum exorciza y exterioriza demonios y pesadillas. Encantador e incómodo a la vez.
06. Pollomingus. “The Hegel Sessions”
Autoeditado.
Free jazz. Si bien este cuarteto (bajo, batería, guitarra y trombón) originario de la ciudad de Morelia explora territorios que enmarcaríamos dentro del free jazz, en su expedición trascienden las etiquetas debido a que también incorporan elementos del progresivo, funk y rock, entre otros estilos y sonidos inclasificables. Abstrusos y a ratos psicodélicos, se agradece un toque de (inteligente) humor a la propuesta, que se ve reflejada en los títulos de las piezas: “C’est vraiment une pipe” (contradiciendo a René Magritte), “Noise Me (…Baby one more time)” (tergiversando a Britney Spears), “El arco y la lira y la guerra y la paz” (fusionando libros de Octavio Paz y León Tolstói), etc. Habiendo publicado un primer disco de manera física, en esta segunda ocasión apuestan por las infinitas posibilidades del internet. Así su expansión será más allá de lo musical.
05. Pippermint Twist. Rockin’ twist, instrumentals, exotica and other sounds from Spain 1958-1966
Munster Records
Recopilatorio. Unos más otros menos, nombres como Los Continentales, Jorge Miranda, Sylvia con Los Caminantes, Els 4 Gats, Los Pantalones Azules, Los Pekeninkes, Los Relámpagos –entre otros- ya no significan demasiado para los escuchas de hoy tanto dentro como fuera de España. Lo cierto es que toda una serie de agrupaciones pioneras de rock ‘n’ roll, twist y exótica pusieron su granito de arena para hacerse notar en una oscurantista España franquista, una época en que las corrientes anglosajonas eran sinónimo de libertad, aire fresco y modernidad. Los veinticuatro temas que se recogen aquí sellan la constancia de que en la península ibérica también se practicaban con conocimiento de causa y gracia aquellos géneros tan de moda en su momento y que ahora despiertan, sobre todo, nostalgia. Valiosísima colección.
04. Agustí Fernández, Ilan Manouach, Ivo Sans. “WRY”
Clamshell Records
Free jazz. Menos mal que todavía hay gente como la que está detrás del sello Clamshell Records, radicado en Albacete. Algunos nunca terminaremos de agradecer a estas personas la gran hazaña que supone editar –especialmente en estos tiempos de declive cultural y desdeño al soporte físico- unas músicas tan alucinantemente aventuradas. Apostar por un disco como este no es poca cosa. La alianza entre el saxofonista griego, el pianista mallorquín y el percusionista barcelonés (estos dos últimos también presentes en el debut del Free Art Ensemble, séptimos en mi “Lado A”) ha dejado tras de sí un deliberado caos tan insondable como magnético, un aluvión de impulsos, ideas ásperas y gestos primitivistas. WRY es una provocación a lo establecido, un desquiciante laberinto del que sales aturullado. ¿Te gustan los retos? Aquí tienes uno.
03. Rebecca Martin. “Twain”
Sunnyside Records
Jazz(-pop) melódico. Algo queda pero muy poco de aquella muchachita que cantaba “Save me” con Once Blue, irradiando sol de atardecer y ligereza juvenil a mediados de los 90. Desde aquel éxito comercial hasta Twain, su sexta publicación como solista, han pasado casi dos décadas en las que la nacida en Meine (norte de Estados Unidos) ha ido perfilando su estilo, el cual se basa en una cada vez más depurada filosofía “menos es más”. Y no sólo ha ido economizando medios, también su manera de interpretar y acercarse a la música, al menos en este trabajo, se ha vuelto más sentido, melancólico, intimista, introspectivo, poético, silencioso, triste y, en definitiva, menos luminoso. Sí, ha perdido frescura pero en cambio ha ganado madurez. Twain es uno de esos álbumes que entran mejor con un vino tinto o un whiskey, luces bajas, golpeteo de lluvia en la ventana y una manta en el regazo. Reseña completa.
02. Soleá Morente y Los Evangelistas. “Encuentro”
El Volcán Música
Rock-pop flamenco. Los Evangelistas (una fusión entre Antonio Arias, líder de Lagartija Nick, y la columna vertebral de Los Planetas, agrupaciones granadinas ambas) han pasado del rojo triste, abismal y visceral de Homenaje a Enrique Morente (número cuatro en mi lista del 2012), al azul apaciguador, como el que transmite un mar en calma, de este mini LP, girando significativamente hacia un pop estilizado y más amable aunque con naturales reminiscencias de aquel sufrimiento ocasionado por la inesperada pérdida del cantaor del Albaicín. En este Encuentro se ha incorporado de manera definitiva la segunda hija del susodicho, Soleá Morente, quien ya había participado en la anterior publicación, mostrándose aquí en primera línea al ser ella la voz principal en todos los temas. Es doloroso saber que la raíz de este proyecto se deba a la muerte del maestro pero lo que está saliendo de Los Evangelistas es una música muy poderosa y emocionante. Eso que perdemos y eso que ganamos. Reseña completa.
01. Javier Bergia. “Punto y aparte”
Warner
Canción de autor. Después de Un lugar bajo el sol (2011), el que había sido la última publicación como solista del cantautor madrileño, y de haber lanzado a seis manos el álbum-libro En la sombra de la utopía (2012) con Luis Delgado y Javier Paxarino, el autor del mítico Recoletos (1985) edita su noveno álbum de estudio, en esta ocasión apoyado por una disquera multinacional, en el que plasma una docena de preciosas e inspiradas canciones que logran situarse entre lo mejor de su producción, en las que la poética y el costumbrismo se incorporan en un solo discurso que tiende hacia lo autobiográfico. Así, desde la intimidad y repasando sus días, sus temáticas atrapan y conmueven como si nosotros hubiésemos estado ahí o como si estuvieran hablando de nuestra vida. Punto y aparte es un impecable ejercicio de estilo marca de la casa que Bergia borda diestramente, conjugando elementos folk y étnicos. Su creciente popularidad por Latinoamérica podría darle un fresco y merecido empuje a su carrera. Espero que así sea.