Organizar conciertos en una ciudad donde el mismo público cautivo es un tanto voluble se convierte en una actividad riesgosa, que sin embargo siempre encuentra a sus emprendedores, la mayoría jóvenes que le ponen dinero de su bolsillo y se conforman con no perderle, con “salir tablas”, como el caso del colectivo Salvajenada, integrado por un trío de blogueros que luego de reseñar discos de música indie decidieron ir más allá y traer a algunos de esos artistas a la ciudad de las canteras rosas.
“El primer concierto lo hicimos para celebrar nuestro aniversario como blog, luego hicimos un festival y cerramos el año trayendo a Los Macuanos”, refieren dos de ellos, quienes agregan que ser promotores de conciertos no es un negocio, porque se gana muy poco o apenas se recupera lo invertido, “pero no importa, lo que queremos es que la gente conozca a esas bandas que a nosotros nos gustan, las que recomendamos en el blog”. Pertenecientes a una nueva generación que ronda los 20 años, los miembros de Salvajenada notan un irregular rendimiento de las bandas locales, pues consideran que son pocas y no duran mucho, “se desintegran rápido y de ellos mismos surgen las nuevas”.
Con más experiencia en la gestión de eventos en vivo, en los cuales alternan a bandas reconocidas nacionalmente con las emergentes de la ciudad, los integrantes de la productora Valentyne Blue se muestran satisfechos con lo logrado en 4 años de trabajo, pero también consideran darse un receso por lo desgastante que es esta labor, donde tampoco han percibido grandes ingresos. Erick Villalón y Mitzi Ortega refieren que efectivamente hay pocos lugares para organizar conciertos y la gente no siempre responde, pese a atractivos paquetes como un buen precio, bebida de cortesía y otros incentivos. Entonces, cuando se trata de traer a bandas de otras ciudades, financiar honorarios, viáticos, equipo, permisos y hasta rentar bodegas la cosa no es tan sencilla. “Nos iría mejor si trajéramos a artistas que suenan en la radio, pero nuestra filosofía es otra, aunque eso implique arriesgar dinero”, confían, y de paso recuerdan cuando trajeron a bandas entonces poco conocidas y ahora muy populares, como Hello Sea Horse! y Enjambre.
Otros colectivo que constantemente organiza conciertos donde conviven agrupaciones de distintos lares es Indie Life, que combina esta actividad con un programa de radio, publicaciones semanales en un periódico local y tours para asistir a los grandes conciertos de la Ciudad de México. El sitio de internet Satélite Media en conjunto con Notanagency también ha hecho algunas presentaciones, como la de Juan Cirerol a mediados de año, para lo cual recurrieron como sede a la azotea de un estacionamiento ubicado en el centro histórico. Y es que el rock es así, se adapta, se moldea, sufre un poco pero sigue vivo, aún sin las condiciones ideales para disfrutar de sus guitarrazos y tamborazos.
Cuarta parte: ¿Y el público?