A mediados de los 90, Clever Jeff publicó un disco que mezcló a la perfección los mundos sonoros del jazz con los relatos callejeros del hip hop.
Por Jorge A. Amaral
Aunque para las mentes puristas la relación entre el rap y el jazz puede resultar improbable, en realidad ha sido más estrecha de lo que pudiera pensarse, y es que, a finales de los 80 y durante la primera mitad de los 90, ambos géneros se acercaron peligrosamente generando grupos y discos memorables en la cultura del hip hop. Con sampleos de jazz y la participación de algunos músicos en el estudio, el jazz rap, como se le llamó a este subgénero, se caracteriza por letras politizadas, cuando no afrocentristas, aunque no tan radicales como las de Public Enemy. Algunos raperos emblemáticos del jazz rap son A Tribe Called Quest, Digable Planets, US3, Gang Starr (como dueto y con Guru y DJ Premier por separado), Common Sense, De La Soul y mi recomendación de esta semana: Clever Jeff.
El disco Jazz Hop Soul, de 1994, tiene toda la tónica del buen jazz rap, casi comparable con el clásico de Guru, Jazzmatazz (del 1 al 3). Contrabajo, metales, samples bien hechos y un rapeo que con maestría narra historias con cierto contenido político y social, aunque tampoco es una pantera negra contemporánea como Tupac ni es islamista radical como Afrika Bambaataa. Este disco de Clever Jeff es una oda a la música bien pensada pues se trata de un álbum impecable en su producción en el que no es sólo la base para la música ni la calidad del MC, sino que este trabajo se presenta a los oídos como un todo que hay que escuchar íntegro, de principio a fin, como el periplo jazzístico urbano que es.
Buen rap muy underground para quienes ansían descansar del rap mainstream (Lil Wayne, guácala) o que de plano buscan algo más allá del rap al que Ice Cube nos tiene acostumbrados, dado que el jazz rap, pese a su gran calidad y salvo contadas excepciones, no tuvo gran éxito comercial debido al momento en que surgió, cuando el morbo de los amantes del rap estaba enfocado en la pugna gangsta entre raperos de las dos costas. Y justo en este momento suena a todo volumen Gangsta jazz que, contrario a lo que pudiera pensarse, es una deliciosa pieza instrumental en la que de repente entra al quite una voz improvisando muy al estilo de Ella Fitzgerald. Jazz Hop Soul, un disco ideal para escucharse de madrugada y con un poco de alcohol en la sangre.