La primera vez que escuché este disco fue en 1995 y desde ese momento me fascinó por su dureza lírica y la calidad de los sampleos, pero hasta varios años después, a medida que me empapaba de rap, fue que supe quiénes eran NWA y el contexto en que Straight outta Compton (1988) se había hecho y lo que vendría a significar en la historia del género.
Por Jorge A. Amaral
Aunque ya habían grabado otras cosas, este es el primer disco de NWA (Nigazz With Attitude) ya constituido formalmente con ese dream team conformado por Arabian Prince, DJ Yella, MC Ren y los magníficos Dr. Dre, Eazy-E y Ice Cube. A NWA se le considera un grupo pionero de este subgénero pues sus letras eran más explícitas y por ello dejaban ver todo ese rencor acumulado por siglos de opresión hacia los negros en Estados Unidos, y es que, a diferencia, por ejemplo, de Public Enemy, los oriundos de Compton, en Los Ángeles, California, no eran universitarios haciendo crítica social y afrocentrista, sino que eran jóvenes del gueto que habían tenido que vender drogas para sobrevivir en un ambiente hostil como el que viven todas las clases marginadas de las grandes ciudades.
Straight outta Compton fue en su momento un disco incendiario por confrontar directamente a las autoridades y exponer de forma descarnada el ambiente de pandillas, drogas, violencia, prostitución y marginación que las mal llamadas minorías viven. Cualquiera podría decirme que por qué critico abiertamente al Movimiento Alterado si me gusta el gangsta rap, mi respuesta es muy sencilla: muy distinto a cómo en ese subgénero de la música norteña o raperos como el naco de Lil Wayne o 50 Cent hablan de la opulencia gansteril, NWA no habla de carros caros ni mujeres bonitas, sus letras abordan la pobreza y la necesidad de tomar por la fuerza lo que se necesita y defender con las armas lo poco que se posee, incluida la dignidad.
En virtud de lo anterior, el disco abre con tres joyas que van directamente como balas de cañón hacia el sistema: “Straight outta Compton”, que es la presentación del grupo en la que sus miembros ponen de manifiesto cuán cabrones son: una pandilla de negros con mucha actitud con los que no hay que jugar. Ya desde ese momento sabemos que estamos ante unos tipos duros. La segunda es la fantástica “Fuck tha Police”, que inicia en una supuesta Corte en la que NWA enjuicia a la Policía por los abusos y la discriminación con que actúa:
Fuckin’ with me cuz I’m a teenager
with a little bit of gold and a pager.
Searchin’ my car, lookin’ for the product,
Thinkin’ every nigga is sellin’ narcotics.
El tercer track, igual de fuerte, es “Gangsta gangsta”, que retrata perfectamente la vida de los jóvenes enrolados en las pandillas y su casi obligado paso por la penitenciaría como parte de una carrera criminal, y es que NWA, aunque esté catalogado como grupo de gangsta rap, ellos siempre definieron su música como “reality rap”.
Straight outta Compon pronto le valió a NWA el repudio de los sectores conservadores y del mismo gobierno por sus letras explícitas, fue por eso que, por indicaciones del FBI, no había corporación policiaca que accediera a brindar seguridad en sus presentaciones, y por esa razón varios conciertos se cancelaron, pero como le sucedió a Molotov cuando Dónde jugarán las niñas? fue censurado, las ventas de este álbum se dispararon.
Musicalmente, este disco marca un salto del electro hop que se hacía en los 80 (como el de Afrika Bambaataa, por ejemplo) a un sonido que, tomando elementos de otros géneros como el funky, el soul o el R&B, se configuraría hasta dar forma a lo que ya en los 90 se llamó G-Funk, con Dr. Dre a la cabeza y que se popularizaría en el resto de Estados Unidos. Y es que con NWA se inicia una época del rap que dio origen a gente como Tupac, Bone Thughs N Harmony, Snoop Dogg, Waren G o Nate Dogg.
Otras rolitas bastante potables de Straight outta Compton son, por ejemplo, “Express yourself”, que samplea divinamente el tema soul del mismo nombre pero de Charles Wright & The Watts 103rd Street Rhythm Band, o bien “Comptons in the house” (una de mis favoritas de este grupo), con ese beat de bajo potente, bastante elemental pero sumamente cadencioso a la hora de hacer buen rap, ideal si usted va manejando y su carro tiene un buen sistema de audio o son las cuatro de la mañana y quiere joder al vecino.
Así pues, esta semana recomiendo esta joya de uno de los grupos más importantes del rap de todos los tiempos, cuyo nombre se escribe con letras doradas en el muro de honor del rap junto a agrupaciones como Run DMC, The Wu Tang Clan o Beastie Boys, de quienes ya se hablará en su momento. Salud, y si usted pasa por un retén o por un operativo del comandante más célebre de Morelia, ponga “Fuck the Police” a todo volumen.