Por Omar Arriaga Garcés
Yaroslav Smirnoff es un ruso que a sus 21 años ha viajado por 90 países de todos los continentes. Dice que nunca tiene dinero, que pide aventón, empleos temporales y hospedaje. Es rubio como Madonna, pero no se traga los cuentos de Pussy Riot ni de ningún político. Su filosofía es simple: «Nada es imposible».
Aquí nuestra conversación con este aventurero.
Tú nombre es Yasik, ¿verdad?
Es correcto: Yaroslav Smirnoff, como ese vodka que no es ruso.
¿Por qué venir a Michoacán?
Por la naturaleza, las playas, la gente y porque me han dicho, “no vayas a Michoacán, es muy inseguro”. Quiero ir también a Uruapan.
¿Y a México?
La cultura y muchos buenos lugares, he estado en Sonora, Chihuahua, San Luis Potosí, Ciudad de México o Oaxaca, por ejemplo.
¿Crees que México es inseguro?
Claro que no, eso es una mentira, como cuando alguien dice “oh, no vayas a México, te van a secuestrar, cortar, matar…”. Es un bello país, pero incluso los mexicanos me dicen que es peligroso. He conocido gente buena y tenidos experiencias increíbles, aun en Tamaulipas; si tú no buscas problemas y no andas “jodiendo” a la gente, viajas con tranquilidad. A veces hay personas que me gritan “hey, pinche gringo, puta madre, pendejo”, y les digo, “soy ruso”, y empiezan a ser muy amables. Todos los países tienen problemas, puedes encontrar problemas donde sea. Oficialmente Sudán, el Congo, Eritrea, Somalia y Siria, son los que se consideran los cinco países más peligrosos del mundo y sigo vivo, y con todos los dedos de la mano.
¿Cuándo empezaste a recorrer el mundo?
Hace tres años, a los 18. Dejé un trabajo y a mi esposa para recorrer el mundo, sin tienda de campaña, sleeping o dinero. Desde entonces llevo recorridos 90 países. En tres estuve incluso desnudo, sólo con mi pasaporte. Nunca trabajo por dinero, ya no soy un esclavo, lo hago sólo si mis amigos lo necesitan, si es un trabajo interesante en el que aprenderé algo. Trabajé en Tanzania, en Noruega y Marruecos, ayudando a construir casas o en cosas muy diferentes. De momento no necesito el dinero; es un instrumento. En la computadora puedes estar 20 horas mirando porno o viendo mapas, depende cómo uses ese instrumento.
¿Y cómo le has hecho para viajar sin dinero?
Hay que pensar tres cosas: cómo moverse, tener un lugar para dormir y algo para comer; en todos lados pido aventón. Me moví de las Islas Canarias a los Estados Unidos en un bote pesquero. Todos los lugares donde tú eres inusual, un “mono blanco”, es muy fácil encontrar donde quedarse: en los países africanos y musulmanes nunca te faltará donde quedarte, porque los huéspedes para ellos son como los ángeles que te visitan y tienes que ser hospitalario. Pero he estado con hare krishnas, buddhistas, gente de Amsterdam y de Asia.
La clave es no pensar que algo es imposible o que no hay tiempo, si tienes ganas de hacer algo, hazlo; a veces será peligroso o sentirás dolor, pero haz tu vida real. Todos vamos a morir. Cuando llegue ese momento quiero sonreír al pensar cuántas cosas hice. contar historias de la gente que conociste. Podrás decir “lo hice”.
¿Qué te ha parecido la cultura mexicana?
Hoy ya no hay fronteras, el planeta es un solo país; no se puede separar a las personas en ruso, chino, mexicano, estadounidense. Es como si este país fuera la cocina de la casa, este otro la sala o la recamara. No me gustan los estereotipos, son una mierda. Según las películas americanas el mexicano es: burro, sombrero, cactus, bigote, guitarra, tequila, y los rusos serían vodka, hielo, oso polares, pero eso no describe a los mexicanos ni a los rusos. Estoy un mes en cada sitio, en México llevo dos porque me gusta mucho y estaré otro más; la gente es muy agradable, con una mentalidad cercana a la de los rusos, incluso en pequeños detalles, y no sé por qué sea así, estamos muy lejos. Pero aquí me siento en casa.
¿Qué le dirías a la gente que quiere viajar?
Que la vida no es lineal: kinder garden, primaria, prepa o universidad, ir al trabajo, familia e hijos, retiro y morir; qué estupidez, no somos robots. Todos tenemos sueños pero pocos los realizan, en especial la gente joven, que siente miedo porque no tiene un grado académico, dinero, tiempo o conocidos, pero todo eso son tonterías, si no quieres hacer algo siempre encontrarás el pretexto; si quieres hacer algo hazlo, no tengas miedo, paso a paso los recursos van a llegar, las cosas van a salir, pero hay que hacerlo, no rendirse; hay muchos ejemplos de toda la gente que empieza de cero.
¿Alguna vez sentiste miedo?
Sí, pero cuando lo sientes debes decir “ok, vamos enfrentarlo”. Antes tenía miedo de dormir en la selva, de estar en una guerra, aventarme de paracaídas o escalar. Y vivo gracias a la gente que me ha ayudado. Estuve cerca de morir al menos diez veces, con malaria, francotiradores disparándome, en medio de batallas, con las balas rozándote, caminando en el Desierto del Gobi dos días, sin agua ni comida.
¿Para qué viajar?
No se puede sentir la magnitud de la vida si no se ve desde muchas perspectivas, y hay que hacer lo que a uno lo haga feliz. La felicidad no tiene niveles, hay que encontrar lo que amas y no pensar, no tener miedo de hacerlo. Si es el viaje, perfecto, pero si tú eres feliz preparando tacos, está bien, no necesitas un Ferrari o una operación de senos, sólo haz los tacos. Hay un jeque árabe multimillonario que es feliz, y hay personas en Somalia igual de felices con sólo lo que tienen.
¿Crees que un latinoamericano o un centroamericano podría viajar sin dinero en Europa con el racismo que hay en ciertos países?
Sí, no hay problema, claro que hay gente cerrada en todas partes, pero claro que se puede. Si quieres hacer algo, ve en ese momento al espejo, mírate a los ojos y pregúntate: ¿estoy lisiado? En Rusia por ejemplo, se quiere mucho a los latinoamericanos. En los Estados Unidos tampoco hay gran problema, en general sólo basta ser buena persona con la gente. Se puede decir: “Oh soy negro, no puedo; oh, soy rumano, no puedo viajar; oh soy mexicano, lesbiana, gay, rubio, no tengo dinero…”. O todo eso junto: “Soy mexicano gay sin dinero”. Si tienes un sueño y no lo llevas a cabo, sólo hay una manera de decirlo: eres un maricón holgazán (lazy pussy).
Cambiando un poco de tema, ¿cómo ves a Rusia, no es un país cerrado; cómo ves a Vladimir Putin, por ejemplo?
Oh man, eso es política, preferiría no hablar de política… Pero bueno, Vladimir Putin no es el ogro que pintan en Occidente; esa es la imagen que los EEUU y Europa buscan transmitir.
Y entonces, ¿cómo ves el caso de Pussy Riot?
Si yo fuera a la Basílica de Guadalupe y me burlara de la virgen y dijera que no vale una mierda, ¿no se enojaría la gente? Si en Rusia hacen protestas en la Plaza Roja, no hay problema, nadie los toca, pero hay cosas sagradas para la gente. Creo que existe una idea equivocada de la política en Rusia, como si hubiera un dictador. En Moscú hay clubs gay, y a nadie le importa si lo eres. Como en todas partes, la diferencia está entre las grandes ciudades y los pequeños poblados, donde la gente es más cerrada, no es aceptable para la sociedad pero en las grandes ciudades nadie te dice nada.
Lo de Pussy Riot entonces, ¿está justificado?
Qué haría la gente en México si los grupos de chicas fueran a la iglesia más importante, que es la de Guadalupe en la Ciudad de México, se quitaran la ropa y empezaran a gritar que dios es una mierda, con lo que implicaría que la gente que cree en ese dios también esuna mierda. ¿Qué harían los cristianos en Estados Unidos o los musulmanes en sus mezquitas? Todo tiene un límite. A mí no me interesan las iglesias, que son negocios, sino las creencias de las personas, quienes van a rezar y llevan dentro de sí la fe. Es un momento muy sagrado; y si en ese momento alguien va y te escupe, eso no es aceptable.
¿Cómo viste el ataque a la revista Charlie Hebdo en París?
Hay gente, mucha, para la que ciertas cosas son sagradas, y simplemente no puedes burlarte de ellas. La libertad de prensa es muy ambigua y cada quien la usa a su conveniencia; si Snowden hubiera ido a Estados Unidos habría muerto. Si a los judíos les enseñas caricaturas de Moisés, o si dices “soy un nazi, como Hitler”, o si te burlas de Mahoma, eso no es correcto, pero los que defienden la libertad de expresión se ofenden cuando alguien se burla de sus creencias. ¿Por qué juegan dobles juegos? Tanto en Arabia como en Europa. Mucha gente cree en esas cosas y eso es lo importante; si yo me burlo de tu madre y digo que es una prostituta, me vas a golpear. Cuando se burlan de la religión se burlan de la persona que uno considera más sagrada, el ejemplo que uno quiere seguir; yo también estaría enojado, y así es como reacciona la gente, pero se le da una mala lectura… una lectura política a cuestiones que no son políticas, para justificar el repudio a los árabes, por ejemplo.
En tus viajes, ¿alguna vez te has enamorado?
Trato de enamorarme en cada ciudad. Aun amo a mi ex esposa, pero mi filosofía ahora es no detenerme ante nada.
¿Te has sentido solo o triste, arrepentido de algo?
Algunas veces me arrepiento de las cosas que no hice, más que de las que hice; no me he sentido solo, uno nunca está solo. Uno tiene el cielo, el camino, el paisaje, las nubes, si crees en dios, estás con dios, puedes hablar con él.
¿Crees en dios entonces?
No creo en un dios con figura humana pero hay algo a lo que mucha gente llama Alá, Krishna, Buddha… Hay algo en algún lado y todos formamos parte de eso, no puedo decir que lo que me ha protegido sea suerte, hay algo más grande que lo que somos, y es un muy importante creer en algo, si no es dios cree en el destino o en algo más, hay días en los que las cosas no van muy bien y tenemos que creer en algo.
¿Cuánto tiempo más viajarás?
La idea es viajar otros cinco años por América (Belice, Guatemala, el Caribe, Sudámerica) hasta llegar a la Antártida. No sé cómo. A veces extraño Rusia, pero viajaré los próximos 40 o 50 años. Estaré “donde sea”, quizá menos en el Próximo Oriente donde un jeque árabe puso precio a mi cabeza. Eso sí, no pienso morir lejos de Novosibirsk, en el sur de Siberia, donde nací.
CRÓNICA: MI VIDA CON EL RUSO 2.0