Uno de los momentos más emotivos de la premiación de los Oscars fue cuando Lady Gaga cantó Til it happens to you, tema nominado que apareció en el documental The Hunting Ground, de Kirby Dick. Los asistentes se pusieron de pie y no pudieron evitar soltar algunas lágrimas.
Estrenado en Sundance el año pasado, el documental habla de las agresiones sexuales tan comunes en los campus universitarios en Estados Unidos. La cinta se centra en dos jóvenes ex estudiantes de la Universidad de Carolina del Norte que denunciaron sus violaciones a la escuela y esta no hizo nada. La impotencia y la derrota ante la institución que se supone debe cuidar de ellas las llevó a iniciar una lucha legal amparándose en el Título IX que dice: “Ninguna persona en los Estados Unidos deberá, en base a su sexo, ser excluida de participar en, ser negada los beneficios de, o ser sujeta a discriminación por ningún programa o actividad de educación que reciba ayuda financiera del gobierno Federal”.
Se trata de una película muy controvertida para el vecino país porque las fraternidades tienen un poder económico enorme, además de que si se comprobaran los casos, el gobierno de los Estados Unidos les quitaría el soporte económico a varias de estas escuelas. Las denuncias en los campus universitarios van desde 100 hasta 300 al año, de las cuales la mayoría no son dadas a conocer a la policía y se registran muy pocas expulsiones. Incluso hay algunos casos irrisorios en donde los expulsan una vez que se han graduado, según datos arrojados en el documental.
La verdad es que es un filme estremecedor, pues se ve a un país de primer mundo en donde la violencia hacia la mujer es probablemente igual que en países menos desarrollados, donde la libertad está disfrazada de silenciadores, de filtros poderosos que tienen que ver con la economía y la política que un grupo de activistas seguramente no podrán pasar. Una prueba de esto es el caso del jugador de la NFL Jameis Winston, cuyo caso es tomado en la cinta. Él fue acusado de varias violaciones siendo un universitario, pero la escuela y la policía lo protegieron porque se perfilaba a ser una gran estrella, justo como es ahora. Una estrella del fútbol americano, patrocinado por marcas como Nike y que su playera puede costar hasta 150 dólares, no solo lo protegió una universidad, ahora lo hace todo un país.
¿Pero qué pasa en México?
Al ver los casos que se presentan, el modus operandi de los depredadores, la vigilia a la que tienen que enfrentarse las denunciantes, observamos que los efectos psicológicos permanentes que les causan son exactamente iguales que en nuestro país. Vivimos envueltos en una sociedad donde la violencia hacia las mujeres la minimizamos hasta el grado de creer que si te violan es tu culpa y lo mejor es callar, porque nadie aguanta el suplicio de una denuncia. Si denunciar un robo es un trámite burocrático tedioso y largo en donde te acaban echando la culpa, denunciar una violación debe ser un segundo infierno.
En el 2009 se registraron 14 mil 828 violaciones según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), y 18 mil 873 denuncias de hostigamiento, manoseo, exhibicionismo e intento de violación. Aunque según datos de la Organización de Naciones Unidas nuestro país se encuentra en el sexto lugar mundial en este tipo de delito desde 2011, ya que se registra un promedio 120 mil violaciones al año, una cada cuatro minutos aproximadamente.
Cabe mencionar que el Envipe en su encuesta nacional engloba secuestro o secuestro exprés, delitos sexuales, tales como hostigamiento, manoseo, exhibicionismo, intento de violación y violencia sexual en una sola respuesta, y que más de 30 mil casos de delincuencia no son denunciados en México.
Hace un par de años la Universidad Autónoma de la Ciudad de México dio a conocer la expulsión del doctor Enrique González Ruiz por encontrarlo responsable de hostigamiento y acoso sexual contra sus compañeras y colaboradoras María del Carmen Rodríguez Sánchez y Clemencia Correa González. Este caso dio a conocer la carencia de un sistema dentro de las universidades para indagar las agresiones sin exponer a las víctimas, además de sancionar y atender de manera rápida y eficaz.
De acuerdo a una nota del portal 24 Horas, “en México, alrededor de 7% de las jóvenes inscritas en alguna universidad ha sido objeto de hostigamiento o agresión sexual, sin embargo, no existe una estadística certera sobre este fenómeno debido a la falta de un registro oficial y a que la mayoría de estas agresiones no son denunciadas”.
El reportaje firmado por Juan Luis Ramos abunda: “El año pasado se difundió el caso de una alumna de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) número 9, de la UNAM, que fue presuntamente acosada y violentada por un profesor, lo que le valió a la máxima casa de estudios su primera recomendación por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).”
En el 2015 algunos colectivos feministas se manifestaron en las facultades de ciencias e ingeniería de la UNAM para denunciar el caso de dos estudiantes que agredieron a mujeres dentro de las instalaciones de la máxima casa de estudios, sin embargo no hubo eco a las denuncias por parte de la institución.
La cloaca no termina de destaparse: hace unos días, después de los incidentes por la detención de Jorge Emilio Esquivel Muñoz alias “El Yorch” se manejaron varias versiones en las redes sociales que debido al conflicto de la toma del auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM esa zona de Ciudad Universitaria era un peligro para las estudiantes, aunque no se ventiló ningún caso concreto.
En el 2011 la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo creó una oficina contra el acoso sexual, sin embargo actualmente no es posible encontrar información alguna en sus sitios web oficiales. Ese mismo año la Defensoría de los Derechos Humanos de la institución nicolaita recibió 10 quejas por parte de alumnos víctimas de acoso y hostigamiento por profesores.
En 2013 se presentó otro caso que solo culminó en la jubilación anticipada del profesor denunciado, y en 2014 el Consejo Universitario separó de su cargo a un catedrático de la escuela de Físico Matemáticas acusado por conductas de acoso, aunque los comunicados de la universidad no abundan en más detalles.
Es impactante ver cómo en muchas instituciones de educación superior esté permeada la justicia bajo los discursos de la reputación o el presupuesto. Las personas dicen que si no denuncias eres parte del problema, pero no hay muchos casos de éxito cuando han existido, entonces ¿qué debemos hacer como sociedad, como familia, como estudiantes, profesores, directivos?
La violencia hacia la mujer muchas veces se minimiza pensando que exageramos al decir que no nos gusta que nos digan cosas en la calle, que nos miren con ojos lascivos, que piensen que si salimos o bebemos tienen derecho sobre nuestro cuerpo, pero la verdad es que solo quienes han pasado por eso saben la pesadilla que es y que es cierto lo que dice Gaga en su canción: no lo sabrás hasta que te pase a ti.
* Si quieren ver el documental en línea, pueden encontrarlo aquí