La comedia romántica ha estado presente en varias ediciones del Tour de Cine Francés, suele ser la cinta más floja de la selección pero es un ejemplo de la diversidad que ofrece año con año la cinematografía gala.
Para esta vigésima edición, la elegida fue Un hombre a la altura (Un homme à la hauteur, 2016), sexto largometraje que hace llegar a las salas de cine el director y guionista Laurent Tirard. Antes de hacer su recorrido por el territorio nacional, la cinta hizo lo propio en Francia, en donde se presentó con mediano éxito desde su estreno en mayo de este año.
Al más puro estilo hollywoodense, Laurent Tirard retomó una coproducción argentino-brasileña de nombre Corazón de León (2013), escrita y dirigida por Marcos Carnevale, para llevarla a las pantallas de su país. El propio director francés fue el encargado de escribir el guion de la obra, un hecho que definitivamente no se caracteriza por su originalidad, ya que previamente una productora colombiana había hecho su propia adaptación de bajo presupuesto y este año se anunció una versión mexicana que será dirigida por Jorge Ramírez Suárez (el mismo que dirigió la insufrible Guten tag, Ramón).
¿Y de qué trata esta historia que en todas partes quieren adaptar? Diane es una abogada divorciada que comparte un despacho con su ex esposo. Una noche recibe en su casa una llamada de un hombre que ha encontrado por casualidad su celular. El hombre es Alexandre, famoso y adinerado arquitecto que tiene la peculiaridad de ser particularmente pequeño. A pesar de que la atracción es mutua, la pareja deberá sortear toda clase de prejuicios sociales para salir adelante con su relación. Simple ¿no?
Cuenta el propio Tirard que en un principio no estaba entusiasmado con el proyecto, el cual que le fue sugerido por una productora. De hecho, confiesa que aceptó darle un vistazo a la versión original de Carnevale solo por cortesía. Pero inmediatamente después de verla se sintió atraído por la idea y reconoció el potencial de la historia. Ese mismo efecto causó en el actor Jean Dujardin, quien aceptó participar en el filme apenas veinticuatro horas después de leer el guion.
A pesar de que como vimos anteriormente la historia es relativamente conocida, la filmación se llevó a cabo en completo secreto, ninguna imagen de Dujardin fue revelada antes de presentar el tráiler oficial. Es evidente que se requirieron toda clase de trucos para hacer más pequeña la figura del reconocido actor galo (quien ganó el Globo de Oro, el Oscar y el premio a mejor actor en el Festival de Cannes, por su actuación en El artista), aunque por la falta de costumbre, quien sufrió más con el uso de efectos digitales fue su coprotagonista Virginie Efira, una habitual de las comedias románticas francesas.
Laurent Tirard acierta al retomar lo mejor del original argentino, depura los diálogos, ofrece una pulcra puesta en escena y lo más importante, consiguió una interesante pareja de actores para los papeles principales. Un hombre a la altura se atiene a las convenciones del género, no ofrece grandes sorpresas pero es simpática y entretenida. Es una comedia romántica que cumple, sin duda, lo más ligero que ofrece esta edición del Tour.