La actriz francesa Audrey Tautou invitada de honor del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), ofreció la tarde del jueves una conferencia de prensa en el Teatro José Rubén Romero para hablar de su nueva película L’odyssée (2016), la cual es la primera de dos que se exhiben por primera vez ante el público mexicano, todo en el marco del certamen moreliano.
Acompañada por Jean Christophe Berjon, un invitado recurrente del festival, Tautou aseguró que escoge por intuición y que le gusta representar mujeres que son capaces de construir su propio destino. Aseguró que el cine es un medio esencialmente masculino y que eso es algo que debe cambiar. Entre los papeles que no le gustaría representar dijo: “No me gustaría hacer papeles de chicas que no son de mi edad… asumo el hecho de tener cuarenta años, no voy corriendo detrás de la juventud”.
Tautou habló de su admiración por la artista mexicana Frida Kalho, de su valentía de vivir como quiso, incluso comentó que visitó su casa hace quince años y que le gustaría volver ahí.
Aunque no era el tema principal del encuentro, fue inevitable hablar de Amélie (Le fabuleux destin d’Amelie Poulain, 2001), la película de Jean-Pierre Jeunet que le cambió la vida por completo. Dijo sentirse sorprendida por ese cariño tan particular que la gente sigue experimentando por el filme a quince años de su lanzamiento. Aseguró que el repentino éxito de la cinta no la hizo perder el piso, ya que conservó el contacto con sus amigos y su familia, aunque de alguna manera la fama se tradujo en una pérdida de la libertad y a una cierta afectación de las relaciones humanas a las que estaba acostumbrada.
Llegó el turno para hablar de Éternité (2016), película dirigida por el cineasta nacido en Vietnam Tran Anh Hung, quien ganó la Cámara de Oro en Cannes y estuvo nominado al Oscar con su trabajo debut El olor de la papaya verde (Mùi du du xanh, 1993), y de quien vimos en la Muestra Internacional de Cine el drama En pleno verano (Mùa hè chieu thang dung, 2000). Tautou aseguró que es una cinta que no dejará a nadie indiferente, con una narrativa distinta y que cuenta la historia de las mujeres de una familia y sus relaciones a lo largo de un siglo, todo ello con un elenco enteramente francés.
Sobre lo nuevo de Jérôme Salle, L’odyssée, película biográfica sobre el legendario explorador e investigador francés Jacques-Yves Cousteau, la actriz quien interpreta a Simone, la esposa del navegante, habló de su importancia como promotor de la cultura de la protección de los océanos. Asegura que es un filme ambicioso, rodado en locaciones reales tan distantes como la Antártida, Bahamas y Sudáfrica.
Para representar adecuadamente su papel se entrevistó con varios miembros de la tripulación del Calypso, embarcación dirigida por el matrimonio Costeau. Además se sirvió de fotografías, libros y una de las pocas entrevistas que se le hicieron. Aseguró que sería imposible hablar del trabajo del investigador francés sin la colaboración de su mujer, quien pasó cuarenta años tripulando el barco, navegó por todo el mundo e incluso vendió sus joyas para arreglar el buque.
A modo de cierre de la charla, la actriz francesa citó una frase que refleja el carácter de Simone Costeau. Cuando en una entrevista le preguntaron si estaba orgullosa de ser la esposa del investigador, ella respondió: “No, estoy orgullosa de que él sea mi marido”.