Los micrófonos abiertos sin duda llegaron a revolucionar la manera en la que nos acercamos a la literatura. A lo largo del tiempo la palabra ha ido encontrado las vertientes para romper con el papel y la pluma y conjuntarse con otras expresiones artísticas que la enriquezcan.
De eso tratan los eSlam de Poesía que se han venido gestando en Michoacán durante los últimos años, organizados por P’urhépecha Slam, una liga de Slam Poetry que ha impulsado estos eventos en diferentes puntos del estado. Ahora llegan al Slam X, que es la décima eliminatoria para poder arribar a la final estatal y de ahí partir a la final en el Circuito Nacional Slam Poetry Mx, que se realizará en septiembre u octubre de este año. Platicamos con ShahMat, uno de los organizadores, acerca de cómo han ido evolucionado estos interesantes acercamientos a la poesía.
¿Desde que comenzaron estos slam cómo ha sido la participación de la gente en Michoacán?
Ha sido variado, esta última vez en Jiquilpan tuvimos 4, en Tacámbaro hemos tenido 14, en Pátzcuaro hemos tenido 16, 17. Llega mucha gente que se dedica a la música, teatro, a la pintura, porque han empezado a ver que también en la palabra hay este tipo de actos performáticos que también les ayuda a su evolución. Me parece increíble que haya un crecimiento tan rápido, puedes ver al slam como un gimnasio en el que preparas un texto, lo aprendes, lo enseñas en el espejo y empiezas a buscar los matices de tu voz, entonces cada que hay un slam empiezas a practicar eso y pues tienes un crecimiento muy rápido.
¿Qué tanto ha ayudado este formato para que el lector se acerque a la poesía?
Lo primero que yo veo cuando invito a mis amigos a un slam de poesía es su cara de “eso es aburrido”. La poesía podría parecerlo pero con todas estas mezclas escénicas, corporales y musicales la gente empieza a ir y no se dan cuenta que también empieza a cultivarse, que también empieza a llevarse todo el acervo cultural que tiene el que expone, ya empieza a leer otras ideas mediante el oído, a razonar otras cosas, es parte de la culturización de la misma comunidad. Lo importante para mí de este ejercicio es que la comunidad se empiece a fortalecer, que los participantes se conozcan entre ellos y empiecen a formar grupos para poder avanzar, que no tengan que esperar a que se haga un slam para reunirse y ponerse a chingarle en su arte, que lo hagan de una manera más lúdica, que en verdad sí se lo crean que sí se puede, que hay muchas ventanas ya ahora para poder dedicarse a las artes.
¿Cómo te iniciaste en los slam de poesía?
Yo trabajaba en un restaurante, estaba de avienta platos cuando una amiga me invitó a un micrófono abierto del Rojo Córdova, me dijo que el tema era raíces, yo había escrito años atrás una canción que hablaba más o menos de las raíces prehispánicas, y dije bueno la voy a presentar ahí, y me fue muy bien, curiosamente lo que presenté a la banda le latió, pero más allá de eso pude ver otros 20 estilos distintos de empuñar la palabra, de utilizarla, de mover fibras, y ahí es donde entendí que es en esa variedad donde yo iba poder a empezar a crecer si me ponía alerta. Eso fue hace unos tres años.
Entonces, ¿podemos decir que el slam ayuda a enriquecer la escritura de la poesía, dado que después la puedes expresar de distintas maneras?
Estamos acostumbrados a que el trabajo del artista es menospreciado. Cuando le enseñas a tu primer círculo lo que estás haciendo de arte te dice algo así como “Ah muy bonito y eso en cuánto lo vendes?”. Entonces cuando encuentras a un círculo de personas con este lazo de amistad muy abierto y sensible, empiezan a recibir, acompañar unos a otros, se ponen atención y se aplauden y se echan ganas: “oye me gustó tu texto, pásamelo” y hay una motivación. El slam también a veces da regalos como libros, café, cosas que da la misma comunidad que se preocupa por cómo pueden ayudar a que las personas se interesen en ir, o cómo los premian a manera de que no dejen de escribir, no dejen de tomar el micrófono, de exponer lo suyo, y pues lo hacen dando algo de lo que se pueda, por eso tenemos patrocinadores. Aunque al final esos premios son lo de menos, lo que importa es que nosotros motivemos al comercio a que se interese en promover estas prácticas. Ha sido una lucha por mantener los eventos de entrada libre, pero queremos mantenerlos así porque creemos que la poesía lo puede conseguir.
Hablando del circuito de la escritura, ¿cómo se ha roto esa timidez de los escritores en sus participaciones en los slam?
Creo que es un proceso que debe tener la persona con el micrófono, entender que su voz se expande, y que no le dé miedo, al final de cuentas es un ejercicio y tienen que hacerlo una y otra vez. Quien se atreve una vez ya no va poder dejarlo, es una adicción tomar el micrófono, el querer decir algo, con todos los nervios del mundo pero cuando llega el aplauso se agradece ese reconocimiento.
Platícanos de spoken words que la gente debería conocer…
Hay muchas personas que tienen trayectoria, como Rojo Córdova, es de las personas más vistas, ha estado en Chicago, Europa, es actor de teatro, es multifacético y vino a dejar aquí una escuela de slam, yo conocí los micrófonos abiertos por él y de ahí nació un poco mi inquietud por querer llevarlo a otros lados, de ahí llegamos a Tacámbaro, hicimos el primer slam en el 2016. Sara Raca para mí no tiene punto de comparación, es de Guadalajara y radica en la CDMX, es un referente, también me gusta mucho lo que hace Edme Diosa Loca, ella aparte hace experimentos sonoros con efectos de voz, está creciendo toda esa poesía electrónica.
¿Se vale todo en el slam?
Hay como un slam clásico que dice no instrumentos, ni apoyos visuales, ni disfraces, el micrófono, tu voz, tu texto, tu cuerpo y ya, de ahí cada persona lo puede ir haciendo como quiera. Yo he participado en unos donde se vale todo y está bien divertido porque quien no iba preparado empieza a hacer ahí colaboraciones improvisadas. Hay varias líneas de acuerdo a quien lo esté produciendo.
*****
Si quieres ser parte de estos eventos aún tienes chance de inscribirte a esta última eliminatoria que se realizará en Giraluna (Héroe de Nacozari #190, col. Centro) el 28 de julio de 2018 a las 20:00 hrs. Y si deseas revisar la convocatoria completa, da click aquí.