Apenas se recuperaba el país del temblor de septiembre de 1985, cuando la mañana de 25 de diciembre del mismo año, los mexicanos fueron sorprendidos por la noticia de robo de más de cien piezas arqueológicas (el número exacto nunca se conoció), del Museo Nacional de Antropología e Historia. De inmediato, el gobierno emitió una serie de declaraciones en donde se culpó tanto a la ineficiencia de los vigilantes nocturnos como a una organización criminal dedicada al tráfico de piezas arqueológicas. Lo cierto es que no se supo nada de las reliquias sustraídas hasta cuatro años después cuando se identificó a los dos ladrones: Carlos Perches Treviño y Ramón Sardina García, ambos estudiantes de veterinaria aficionados a la historia mesoamericana, de ellos, solamente el primero cumplió condena en prisión, mientras que del segundo, como dice la canción, nunca más se supo nada.
Museo (2018), segundo largometraje que escribe y dirige el capitalino Alonso Ruizpalacios, retoma el tema, advirtiendo de antemano al espectador con la leyenda: “esta película es una réplica de la historia original”. La versión cinematográfica recoge los aspectos más importantes del robo, obra originalmente del guionista Manuel Alcalá, posteriormente modificada por el propio Ruizpalacios, para enfocarse más en la personalidad y las inescrutables motivaciones de sus protagonistas.
El filme, que tenía más de catorce años en proceso, requirió una profunda investigación con varios de los personajes involucrados. Familiares, amigos y policías contaron sus versiones, algunas de ellas tendenciosas y contradictorias, pero cada una de ellas aportó algo al filme. La concienzuda recopilación de datos e informes se vio reflejada en el premio a mejor guion que le otorgó el Festival de Cine de Berlín en donde fue presentada por primera vez al público.
Dos viejos conocidos, Ilse Salas y Leonardo Ortizgris formaron parte del elenco de Güeros (2014), la ópera prima de Ruizpalacios. La gran novedad es por supuesto, la presencia de Gael García Bernal, quien afirma que no dudó un solo instante para aceptar el papel de Juan, el malogrado ladrón de piezas históricas. A pesar de no aparentar la edad de un estudiante típico de veterinaria, Gael logra dotar a su personaje de dos características aparentemente contradictorias: desparpajo y profundidad.
Si bien hay cierta continuidad en el elenco, así como en los guiños personales del director, es notoria la diferencia entre su trabajo anterior y esta nueva producción. Y es que Museo es una producción mucho más grande, con una gran variedad de locaciones y que cuenta con la participación de actores de corte internacional, como el chileno Alfredo Castro y la argentina Leticia Brédice. En ese sentido, la cinta gana en tamaño aunque pierde un poco de intensidad.
La obra de Ruizpalacios va más allá de la anécdota criminal, de la preservación o expoliación de los bienes culturales. Es también un retrato de una familia mexicana de la época, particularmente de una tensa relación entre padre e hijo a quienes los vincula una serie de expectativas incumplidas. Indudablemente, Museo es la carta fuerte entre los largometrajes mexicanos en competencia y este próximo viernes 26 de octubre llega a la cartelera nacional en 700 salas.