Esta la historia de una banda de rock psicodélico que hoy podría ser la Rolling Stones mexicana, pero no lo es. A estas alturas, sus exintegrantes viven del recuerdo, algunos huesean donde les paguen cualquier cosa y a veces hacen sonar la mítica “Nasty Sex”, el one hit wonder que compusieron allá por los setenta del siglo pasado.
Para armar el rompecabezas de estos músicos que renunciaron al rock para tocar baladas románticas y hasta cumbias, el documentalista José Leos estrenará en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara el documental La Revo… sing a song of love, producción independiente que narra de manera precisa el devenir de unos extraordinarios músicos que fueron presa de una absurda prohibición del rock en nuestro país.
El proyecto para documentar la historia de LREZ le llegó a José gracias a un amigo que la conocía de principio a fin, así que sólo era cosa de contactar a los integrantes y ponerlos frente a cámara, además de buscar archivos de todo tipo: videos de conciertos, fotografías, recortes de periódicos.
La película comienza con la voz de un locutor de tintes clásicos que anuncia lo que vendrá: la historia de una banda de rock cobijada en la penumbra, con peleas, vetos y disputas que “apagaron la luz que parecía eterna”.
Efectivamente, lo que Leos y su equipo encontraron es una eterna nostalgia, una suerte de arrepentimiento eterno por renunciar a la bandera de la rebeldía y cuadrarse ante los cánones comerciales.
La Revolución de Emiliano Zapata surgió en 1970 en Guadalajara. Tras grabar su primer sencillo, “Nasty Sex”, todo fue una locura: los escucharon en Estados Unidos, en Europa, y se convirtieron en un fenómeno. Su toque de rock sucio con tintes de psicodelia y una letra en inglés lo suficientemente atrevida, llamaron la atención de radiodifusoras, disqueras y críticos musicales. Parecía el nacimiento de una banda exitosa que poco tiempo después se reafirmó con el sencillo “Shit City”, otro golpe que voló la cabeza a los amantes del rock.
El documental significó una investigación ardua y un registro de vivencias de los integrantes de la banda; más de tres meses de grabaciones para luego entrar a la complicada fase de la postproducción. Así que podemos escuchar las voces de quien ha sido el miembro más afamado de La Revo: Javier Martín del Campo (Javis), además de los fundadores Antonio Cruz, Óscar Rojas, Francisco Martínez Ornelas y Carlos Valle.
Destaca que la primera parte del documental renuncia a la simpleza de entrevistas con rostros a cámara; en vez de ello, Leos opta por una atmósfera retro alimentada de animaciones, ilustraciones y fotos antiguas. En ese lapso, los integrantes del grupo relatan cómo fueron los inicios en Guadalajara, una ciudad poco propicia para hacer un proyecto de rock influenciado por bandas inglesas y norteamericanas.
No podían faltar las opiniones de expertos en el rock, y qué mejor que la del crítico e investigador, también tapatío, Enrique Blanc, además de otros músicos de la época como Alex Lora y Javier Bátiz. Todos coinciden en la bien que sonaba la banda jalisciense, en la relevancia de hacer rock en esos años.
Luego vendrán, ahora sí, los rostros a cámara, comenzando con el Javis, quien nos cuenta cómo fueron creando “Nasty Sex”, mientras que Antonio Cruz rememora el fenómeno que significó en otros países, como Alemania, donde vendieron miles y miles de copias.
El documental es una valiosa aportación que hacía falta en el cine mexicano, donde quizá no se han contado todas las historias sobre esa necedad llamada tocar rock, una práctica que a veces tiene más derrotas que victorias (véase el documental En la Periferia, del michoacano Alberto Zúñiga). ¿Se cuentan entonces historias de resistencia cuando se habla de rock hecho en México? Leos nos responde: “Pasa con muchas actividades en el país, porque somos un poquito malinchistas. Lo que contamos en el documental es que cada vez es más difícil vivir de la música, incluso uno de los protagonistas come gracias a una canción muy vieja, pero vivir del rock… es casi un sueño”.
Y es que en el caso de LREZ, lo que prometía ser la banda de rock de exportación terminó por convertirse en un proyecto amorfo de baladas románticas como “Mi forma de sentir” o “Cómo te extraño”, un acto que se vio como “una traición” por parte de quienes amaban la rebeldía de hacer rock and roll. Esa evolución, o involución, es toda una carga para los fundadores; algunos se arrepienten, pero al mismo tiempo reconocen que el drástico cambio les sirvió para sobrevivir.
Hoy en día el grupo no existe, pero sus fundadores andan por ahí, cada quién por su cuenta, a veces tocando para quienes los conocen, y otras veces en actuaciones casi solitarias.
La Revo… sing a song of love se estrena el 14 de marzo a las 20:00 horas a beneficio de la Fundación Universidad de Guadalajara, AC, en la Sala Guillermo del Toro del Conjunto de Artes Escénicas. Todo como parte del Festival Internacional de Cine de Guadalajara.