La industria del cine no se ha salvado del impacto de la crisis sanitaria en todo el mundo, y ha visto cómo numerosas fechas de estreno se han aplazado debido el cierre de las salas de cine durante la gestión de la pandemia.
Uno de los largometrajes que se presentaron a principios de este tumultuoso 2020 en el Festival de Sundance, antes de que el Covid-19 sacudiera el mundo, fue la película Come Away. Con un elenco de ensueño, de la talla de Angelina Jolie, Michael Caine, David Oyelowo y Gugu Mbatha-Raw, la película oscila entre la realidad y la fantasía y va dirigida tanto a niños como a adultos, y quizá sean estos últimos quienes logren captar todos los matices de este trabajo.
La película nos sitúa en un entorno idílico, en la campiña inglesa, en el hogar de una familia que vive rodeada por la naturaleza. En ella, Peter Pan y Alicia en el País de las Maravillas son en realidad hermanos, compartiendo una infancia de ensueño junto a su hermano mayor y sus padres, Angelina Jolie y David Oyelowo. Con múltiples referencias a ambas historias, la película traerá recuerdos y despertará la nostalgia de los que han crecido con estos personajes. La trama gira en torno a una tragedia familiar que marcará el ritmo de la historia, desencadenará la vorágine e iniciará a los personajes principales en el curso de sus viajes, rumbo al País de Nunca Jamás y al País de las Maravillas, frente a la decisión de elegir entre la realidad y la fantasía.
Sin embargo, la crítica internacional no ha sido unánime en cuanto a Come Away. Por un lado, se ha celebrado cómo la película que enlaza elementos de los cuentos y apela a parte de nuestra infancia, sin caer en la redundancia, con un elenco bien pensado y bien dirigido. Menos positiva ha sido la crítica que considera que la trama y los personajes no consiguen ser del todo reales y conectar con el espectador, en una línea narrativa poco clara. Una trágica pérdida familiar acaba por marcar el ritmo de la película y, aunque consiga enlazar con las historias que todos conocemos, el argumento resulta ser un gran trabajo emocional para el espectador, que de pronto debe reconciliar la imagen de estos cuentos de hadas con la devastadora realidad que obliga a Peter y a Alice a crear sus mundos de fantasía.
La película no deja indiferente, y los apasionados de las historias originales disfrutarán de elementos tan detallados como el conejo blanco o las espadas de madera. Incluso es posible que los sentimientos de nostalgia puedan llevar a algunos espectadores a inmortalizar algunos de estos detalles en su piel, como han hecho tantas otras estrellas de Hollywood, incluida Angelina Jolie.