El Festival de Cannes anda a la mitad de su edición 2012 y ya ha generado noticias interesantes.
1. A los rumanos no les gusta su cine: Mingiu
Este fin de semana reapareció el laureado Cristian Mingiu (Cuatro meses, tres semanas y dos días) para presentar su nueva cinta Dupa Dealuri, que compite por la Palma de Oro. Sobre la forma en que concibió su película, el director rumano afirmó: “Creo que no es necesario decir al espectador cuándo debe sentir emoción y cuándo no. Es más, estoy seguro de que los franceses interpretarán la película de manera diferente con respecto a los rumanos». De paso, lamentó que sus paisanos prefieran el cine norteamericano a lo hecho en casa: “En nuestro país, el público prefiere las grandes tendencias de Estados Unidos. Entonces, cuando un joven llega a los 18 años y sólo ha visto series americanas, no se interesa por el cine artístico o el cine de ensayo. La causa de nuestra crisis no es la misma que hace cinco años, cuando no teníamos suficientes salas de proyección, ahora sufrimos una carencia de formación de parte de los espectadores».
2. La mancuerna Nick Cave-John Hillcoat
Aunque muchos lo conocen más por su faceta como músico, Nick Cave es un escritor prolífico que también incursiona de vez en cuando al cine, ya sea como actor, realizador de la banda sonora o como guionista. En esta ocasión anda en Cannes para presentar Lawless, película que escribió para que la dirigiera John Hillcoat, con el que ya había hecho mancuerna en The Proposition y The Road. “Lo que me gustó fue el ambiente del libro. Me gustó la historia de amor y de violencia excesiva. La combinación de estos elementos me interesó realmente. Existen sentimientos y una violencia muy cruda en la novela. A menudo, la violencia resulta aburrida en el cine. Pero existe una forma de tratarla, como John Hillcoat, de forma apasionante e innovadora”, dijo en torno a la novela de Matt Bondurant, en la que se basa su guión.
3. Mucho rumor en redes sociales: Vinterberg
Una de las películas más esperadas es Jagten (The Hunt) de Thomas Vinterberg. El tema de la pederastia siempre es delicado y por ello han surgido varias interrogantes entre los medios de comunicación acreditados, a quienes el danés ha respondido: “Realizamos un enorme trabajo de investigación antes de rodar la película. Nos inspiramos en un determinado número de abusos sexuales leídos en la prensa. En un caso como este, los niños son también víctimas, ya que sufren al tener que mentir a los adultos para satisfacerles”. Además, se dio tiempo para reflexionar acerca de las redes sociales como expansión del rumor: “La película se sitúa en el microcosmos de un pueblo donde la información circula muy rápidamente, como un virus. Gracias a Internet, el mundo se ha convertido en un pequeño pueblo donde los rumores se propagan a toda velocidad. Pero lo más importante de la película es el amor entre los personajes. Intentan acercarse a pesar de los malentendidos”.
4. Haneke y su película simple
El que no se mete en mayores líos es Michael Haneke (La pianista) quien ahora lleva a Cannes la cinta Amour, que describe como muy simple: «No escribo películas para demostrar nada. Cuando se llega a cierta edad, el sufrimiento inevitablemente te conmueve. Es todo lo que quiero mostrar, no hay nada más. Por eso el rodaje se hizo en un apartamento. No quería entrar en una habitación de hospital, para hacer algo que el público ha visto una y otra vez. No había que cambiar nada”. Uno de los papeles estelares recae en Jean-Louis Trintignan, actor de teatro que sin embargo aceptó el llamado de su amigo: «Hace mucho tiempo que no hacía películas. No quería hacer cine y me gusta mucho el teatro. Acepté el papel sólo porque fue Haneke, uno de los mejores directores del mundo, quien me lo propuso. ¡Pero ya no haré más! Creo que soy mejor en teatro que en cine porque en el teatro no me veo”.
5. Resnais encanta, Kiarostami no
Según reporta la agencia EFE, el francés Alain Resnais ha conmovido a la prensa y espectadores con Vous n’avez encore rien vu, en la que hace un sorprendente homenaje al teatro con una duplicidad de personajes. Con un amplio reparto en el que los actores se interpretan a sí mismos -que incluye a Sabine Azéma, Pierre Arditi, Anne Consigny, Lambert Wilson, Mathieu Amalric o Michel Piccoli- Resnais pone en pie una representación a varias voces del mito de Eurídice y Orfeo.
En tanto, Kiarostami se ha marchado esta vez a Japón para situar una extraña historia que tiene como protagonistas a una joven estudiante que se gana la vida como señorita de compañía y que se encuentra con un anciano profesor retirado. Una historia de personajes solitarios y complejos que recuerda a Copie conforme, el filme de Kiarostami con el que Juliette Binoche ganó el premio de interpretación femenina en Cannes en 2010. Y lo hace principalmente por el juego entre los personajes y por el desconcierto que la falta de información crea en el espectador. Sin embargo, Like someone in love ha cosechado los primeros abucheos en Cannes.
Con información de EFE y Festival de Cine de Cannes