Ese era el lema que siempre escuchaba.
Chile, un país que no iba al Mundial,
que jugaba brillante pero perdía al final.
Pero el destino decide dar milagros,
de un Chile que necesitaba de buenas noticias,
luego de un movimiento telúrico,
que devastó gran parte de Chile.
Era el inicio de una generación dorada,
con el gran Bielsa como entrenador,
figuras como el Mago Valdivia,
Mati Fernández,
Alexis Sánchez
Claudio Bravo,
sólo por decir algunos y no colocar toda la plantilla.
El recuerdo latente de ese primer partido,
el colegio colocó unas pantallas gigantes,
el gimnasio se convertía en una marea roja,
unos tímidos ¡Chi Chi, le le le!
Chile jugó con Honduras,
haciendo la primera victoria de Chile,
guardando los 3 primeros puntos.
A pesar de que yo no era muy bueno jugando fútbol,
me alegraba que Chile ganara,
luego le tocaba un partido complejo,
Suiza se caracterizaba por una defensa implacable,
después de un centro al área,
que fue directo a la cabeza de Mark González,
como si hubiera martillado el balón,
impacta con el suelo y genera un rebote dentro del arco,
el memorable gol que nos dejaba con seis puntos.
El último partidos antes de pasar a octavos de final,
era la gloriosa España.
Sabíamos que había nula posibilidad de ganar,
primer tiempo y ya habían dos goles en contra,
pero ya el siguiente Mundial dio una revancha, (spoiler: Mundial 2014 Chile le gana a España).
A pesar de todo éramos felices de que pasamos de fase,
hasta que llegó la noticia de la sombra que persigue a Chile:
en octavos nos tocaba con nuestro chacal,
la impecable selección de Brasil…
Como ya saben todos:
jugamos como nunca…
*Profesor de Educación Física, en constante formación en Educación Artística, actor y escritor. Actualmente pertenece al Taller Literario “La Pajarera” del Centro Cultural Casa Gonzalo Rojas.
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