Por Armando Casimiro Guzmán
Como parte de los estrenos internacionales que nos ofrece la décima edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), se presentaron los largometrajes Cosmópolis(Cosmopolis, 2012), del experimentado director David Cronenberg y La caza(Jagten, 2012), del danés Thomas Vinterberg.
Empezaremos con Cosmópolis, el más reciente trabajo de David Cronenberg, que está basada en la novela del mismo nombre del escritor Don DeLillo, editada en español por Seix Barral. Don DeLillo es considerado como uno de los máximos representantes del posmodernismo literario. De entrada ni la novela ni la adaptación cinematográfica cuentan una historia convencional. El millonario Eric Packer se traslada de punta a punta en su limusina por la isla de Manhattan en la búsqueda de un corte de cabello. El viaje es complicado, en ese mismo momento el presidente está de visita en la ciudad y las manifestaciones anarquistas están a la orden del día. El joven Packes está a punto de caer en bancarrota debido a malas inversiones en el mercado de valores. Durante el recorrido entrará en contacto con distintos personajes: su esposa distante (y también millonaria), un médico que le hace un examen prostático dentro del auto, su asesora financiera que corre por el parque y diferentes amantes con las que sostiene relaciones sexuales cercanas al masoquismo.
Cosmópolis fue presentada con ambiguos resultados en el Festival de Cannes, su principal carta de presentación es el rol protagónico interpretado por Robert Pattinson (conocido por su participación en la tediosa saga de vampiros adolescentes, Crepúsculo). Aunque la película está plagada de una serie de actores mucho más experimentados como Juliette Binoche, Samantha Morton, Paul Giamatti y el francés Mathieu Almaric.
Pese a que la cinta muestra el oficio y la experiencia de David Cronenberg, por grandes lapsos resulta tediosa, demasiado críptica y será totalmente soportable solo para los fanáticos acérrimos del inexpresivo Pattinson. El cineasta canadiense tiene una larga y prolífica trayectoria, trabajos como Crash (1996), Una historia violenta (A history of violence, 2005) y la reciente Un método peligroso (A dangerous method, 2011), demuestran su talento. Pero Cosmópolis definitivamente no estará entre su filmografía selecta. Se presenta nuevamente en Cinépolis Las Américas el día Miércoles a las 9:00 PM.
Uno de los estrenos internacionales que no recibió mucha atención fue La caza (Jagten, 2012), del cineasta danés Thomas Vinterberg, cinta que se presentó en el Festival de Cannes y donde se hizo acreedora a los premios a Mejor Actor para Mads Mikkelsen y al Premio del Jurado Ecuménico.
Lucas trabaja en un preescolar, su ánimo jovial y despreocupado en su empleo contrasta con la preocupación de obtener la custodia de su hijo adolescente después de un turbulento divorcio. Las cosas parecen mejorar cuando encuentra el amor con una compañera de trabajo y cuando su hijo decide radicar con él. Pero las cosas se pondrán mal cuando la mentira inocente de una niña engendra una serie de sospechas y acusaciones infundadas de abuso infantil. El ambiente de linchamiento prevalece en la comunidad, sin importar la falta de pruebas, los vecinos y amigos se vuelven contra el acusado, quien deberá esforzarse al máximo para probar su inocencia.
Thomas Vinterberg es uno de los cineastas más interesantes del cine danés. Inició a finales de los años noventa en el movimiento Dogma, junto a su compatriota Lars von Trier. De esa época se recuerda sobre todo Celebración (Festen, 1998), años después se presentó en el FICM Calles peligrosas (Dear Wendy, 2004) y el año pasado pudimos disfrutar en la Muestra Internacional de Cine de Submarino (2010), un poderoso drama familiar. La caza, su más reciente trabajo, demuestra el gran manejo de actores del realizador y nos muestra un extraordinario relato sobre la amistad y las relaciones familiares en ese país europeo. Es una película que no debe dejar de verse, se presenta nuevamente el viernes a las 4:00 PM en el complejo Cinépolis Las Américas.