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Cuauhtémoc Blanco: el socialdemócrata mexicano

En 2006, cuando Andrés Manuel López Obrador competía ferozmente contra Felipe Calderón por la presidencia de México, surgió una opción adicional en las boletas electorales: se trataba del partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, que llevaba como candidata a Patricia Mercado, una mujer con pinta de progresista que pugnaba por la legalización de la marihuana, el aborto, el matrimonio entre homosexuales y una economía como su apellido: de mercado.

Contra todos los pronósticos, la candidata alcanzó el 2.7% de los votos (1 millón 128 mil 850 sufragios) y logró la meta de conservar el registro del naciente instituto político, que sin embargo cayó en una lucha interna por el poder, con peleas entre el presidente del partido Alberto Begné y la propia Mercado que incluso derivaron en que el ala campesina del partido postulara de forma simbólica a Víctor González Torres, mejor conocido como el Dr. Simi, para esa misma elección.

La supervivencia se veía complicada desde el inicio, pues el partido surgió de una alianza entre izquierdistas modernos que creían en la economía abierta y antiguos militantes de organizaciones comunistas que desde luego promulgaban políticas de proteccionismo.

Patricia Mercado se abrió camino con una precandidatura presidencial por Democracia Social en el año 2000, la que finalmente se adjudicó Gilberto Rincón Gallardo, quien sin embargo no logró la meta de alcanzar un 2% de los sufragios. Seis años después, Mercado fue nombrada candidata por Alternativa Socialdemócrata y Campesina, contando con el apoyo de algunos sectores progresistas y académicos del país que no simpatizaban con el PRD y su candidato López Obrador.

Al final del camino, la organización se quedó con el nombre de Partido Socialdemócrata, perdió el registro federal pero logró conservarlo en ciertas entidades, como Morelos. Patricia Mercado, por su parte, ahora se desempeña como directora de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo en el gobierno perredista de Miguel Ángel Mancera.

No estaban muertos

Ya nadie se acordaba de este asunto hasta inicios de 2015, cuando se filtró que Cuauhtémoc Blanco sería candidato a la presidencia municipal de Cuernavaca por el Partido Socialdemócrata de Morelos.

En plena decadencia futbolística que lo llevó a jugar en la división de asenso de la Liga MX, Blanco regresó al llamado máximo circuito para ser parte del cabizbajo Puebla, ubicado en las últimas posiciones de la tabla porcentual. En el recuerdo quedaron sus años de gloria con el América y la Selección Nacional, donde ganó una Copa Confederaciones y anotó en tres mundiales distintos.

Aunque al principio lo negaron, los dirigentes del PSD morelense finalmente anunciaron con bombo y platillo que Temo era su gallo para gobernar Cuernavaca, sin importar que el también ex actor de Televisa y columnista de El Universal no viviera ni haya nacido en esa ciudad, pues ha sido un gitano del futbol con cambios de residencia que lo han llevado lo mismo a Veracruz, Irapuato, Culiacán, DF, España, Chicago y Puebla, pero nunca en Morelos. Impugnado por el PRD local, a final de cuentas el eterno número 10 ganó el juego y obtuvo el aval del Instituto Morelense de Procedimientos Electorales y Participación Ciudadana, cuyos integrantes ignoraron el hecho de que Blanco no cumpliera ni con los requisitos mínimos para contender.

Pese a tener contrato con el Puebla por toda la temporada, las metas políticas de Cuau lo hicieron dejar el torneo tres jornadas antes de su finalización, sin importarle demasiado que la franquicia se juegue la permanencia en Primera. En entrevista con ESPN, el símbolo americanista dijo que le deseaba suerte a los llamados Camoteros, pero que él ya estaba “hasta la madre” del futbol. En su último partido, donde se coronó como campeón de la Copa MX, solo jugó 20 minutos y en pleno festejo acusó al dueño del club de sabotear su actuación por todo el cotejo, como le habían prometido.

Imagen obtenida del FB de Cuauhtémoc Blanco

Deportistas polacos

Cuauhtémoc Blanco no es el único deportista que aspira a un puesto político. En Jalisco, el también ex jugador Daniel Osorno busca la presidencia municipal de El Salto por una rara coalición del PRD y el PAN, mientras que en Guadalajara el candidato priista a la alcaldía, Ricardo Villanueva, incluyó en su planilla de regidores al director técnico Benjamín Galindo y la gimnasta Cynthia Valdez. Jorge Camacho, ex atleta y conductor de televisión, entre otros cargos, hoy es candidato a la gubernatura de Guerrero, en tanto que la atleta paralímpica Dora Elia García sueña con ser diputada federal por el DF.

Famoso por su goles y pases, pero también por su carácter iracundo que alguna vez lo llevó a golpear al periodista David Faitelson, Cuauhtémoc Blanco dice conocer los problemas de Cuernavaca y saber cómo solucionarlos, sin contar, como ya se mencionó, que jamás vivió en esa ciudad. Su base de promesas se sustenta en mayor seguridad, transparencia y cero corrupción, abastecimiento de agua, empleo, pavimentación, educación, recuperación de espacios públicos, turismo y deporte. De ganar, el también ex comentarista de Fox Sports se enfrentaría a peligrosas bandas de secuestradores vinculadas al narcotráfico, quienes según el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, cometen hasta seis plagios a diario, lo que convierte a Cuerna en la región más peligrosa en este rubro.

La posibilidad de que el Cuau sea alcalde no es nada descabellada, pues según la empresa Consulting and Research, se encuentra empatado en la intención de voto con la candidata del PRI, Maricela Velázquez.

Sin mayores estudios académicos, Blanco cambiaría los pases a profundidad por decisiones políticas y económicas de alto impacto, cosa que pretende hacer con la misma convicción, dice, con la que una vez se planteó convertirse en el mejor futbolista de México.

Así, quien gustara por simular orinarse en la red e inventara la Cuautemiña, hoy es el representante más mediático de un partido que alguna vez se dijo progresista, de izquierda, abierto al consumo de drogas, al matrimonio gay y a un modelo de economía capitalista con responsabilidad social.

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