CARTELERA RETROSPECTIVA
Por Armando Casimiro Guzmán
Sin hacer mucho ruido llegó a la cartelera en formato de mini melodrama El amor es extraño (Love is strange, 2014), quinto largometraje que dirige el cineasta Ira Sachs y el segundo apenas que se estrena comercialmente en nuestro país (el primero fue Married life, hace ya algunos años).
El trabajo del director oriundo de Tennessee ha circulado principalmente por los festivales de Sundance, Berlín y San Sebastián, en éste último la cinta que nos ocupa estuvo nominada al premio Sebastiene, que se entrega al filme que mejor refleja la realidad y problemática que enfrenta día a día la comunidad homosexual.
El amor es extraño, cuyo guión fue coescrito por el mismo Sachs, cuenta la historia de una pareja de adultos homosexuales que decide casarse después de llevar una vida en común durante casi 40 años. El matrimonio conformado por un pintor retirado y el maestro de coro de una escuela católica pronto se ve en problemas monetarios cuando debe enfrentar el despido del docente, por lo que recurren a la ayuda temporal de amigos y familiares mientras se ajustan a su nuevo presupuesto.
Desafortunadamente, por razones de espacio, uno de ellos debe irse con la familia de un sobrino mientras que el otro se queda en el departamento de una pareja de policías fiesteros… en poco tiempo hacen válida aquella frase que dice: “El muerto y el arrimado a los tres días apestan…”
El director cuenta que la idea para el filme surgió de una pequeña nota periodística en donde se informaba del despido de un profesor de coro debido a que contrajo matrimonio con una persona de su mismo sexo. Ese punto de partida lo conjuntó con su interés de contar una historia acerca del amor de una pareja a lo largo de varias décadas. Así que el resultado de esta fusión es lo que podemos ver en la pantalla.
Lejos de asumir una postura crítica sobre el espinoso tema de la homosexualidad en la religión, Sachs (quien es abiertamente gay), define a su obra simplemente como la relación de dos personas que se enfrentan a la adversidad dentro de un bien definido entorno social. En un intento de tomar distancia del melodrama decidió incluir una ligera carga de humor, es por ello que los papeles principales recaen en los experimentados John Lithgow y Alfred Molina, dos actores que se conocen desde hace mucho tiempo y que en algún momento de su carrera se han caracterizado por sus personajes en comedias de Hollywood.
El amor es extraño tiene la cualidad de ser una película reposada y elegante. Con una historia mínima narrada de manera convencional tiene lo suficiente para cautivar al público predispuesto (buena parte de la crítica estadounidense la recibió exageradamente bien). Sin embargo, los elogios parecen de sus compatriotas son un tanto desmedidos: abusa de los episodios musicales, que en ocasiones parecen segmentos insertados deliberadamente para extender el metraje, además de que presenta una infinidad de historias paralelas para al final dejarlas inconclusas. A lo anterior debemos añadir una serie de personajes secundarios poco explorados que dan como resultado una cinta dispersa y que definitivamente queda a deber.