Debe ser energizante estar en una gran ciudad, rodeado de una multitud de personas, luces intermitentes, vehículos y trenes pasando. Seguramente es una sobrecarga sensorial. Las cosas se mueven rápidamente, y a veces pueden parecer que están atrapadas en una gran mancha de conmoción. En estos paisajes urbanos, el fotógrafo Stephanie Jung ha desarrollado una forma de prolongar un solo momento de esta emoción caótica, sobre todo por las calles de Japón.
Jung reconstruye estas escenas cotidianas en los espacios urbanos singulares, crea patrones repetitivos y paletas de colores atractivos, permite a los espectadores navegar por las faltas de definición de una bulliciosa ciudad a través de caminos complejos y texturas, sin ni siquiera tener que trasladarse.