Después de haber formado parte de la 55 Muestra Internacional de Cine llegó a la cartelera, en muy pocas salas El rey del erotismo (The look of love, 2013), largometraje número veintidós que firma el prolífico realizador Michael Winterbottom desde su debut como cineasta en 1992.
Por Armando Casimiro Guzmán
La película, a excepción del Reino Unido, tuvo un estreno muy limitado en una variedad de países. Esto a pesar de los comentarios mayoritariamente positivos que ha levantado esta biopic, presentada en la edición 2013 del Festival de Sundance y que marca la cuarta colaboración del actor Steve Coogan con el cineasta británico.
La película está basada en la vida de Paul Raymond (cuyo nombre de nacimiento fue Geoffrey Quinn), un empresario dedicado al entretenimiento para adultos y los bienes raíces, que ganó notoriedad desde los años sesenta por su habilidad para los negocios y por su escandaloso estilo de vida, que incluía buenas dosis de sexo y drogas. Durante algún tiempo incluso, llegó a considerársele el hombre más rico del Reino Unido. Se encuentra basada principalmente en la biografía Members only: The life and times of Paul Raymond, del autor británico Paul Willetts (aún sin publicarse en español).
El filme abarca desde los años sesenta, cuando ya Raymond era un empresario reconocido en el ámbito de los bares nudistas de Londres hasta la muerte de su hija Debbie en 1992, debido a una sobredosis, después de años de sufrir problemas de adicción a las drogas y depresión. De hecho es en la relación de Raymond con su única hija (tuvo otros hijos varones), en donde se centra la atención de la historia. Por alguna razón desconocida, la chica siempre fue la favorita del acaudalado hombre de negocios.
Interpretado magistralmente por Steve Coogan (si uno ve los viejos videos de Raymond es inevitable notar la similitud en los gestos entre ambos personajes), quien describe claramente su carácter megalómano, egoísta, relajado y manipulador. Caso contrario es el de su hija (muy bien personificada por la joven británica Imogen Poots), una chica insegura, mimada y sin talento, que terminará siendo presa fácil de la cocaína, adicción auspiciada en muchas ocasiones por su propio padre.
El título original de la película era The king of Soho, pero debió desecharse debido a problemas legales, por lo que Winterbottom se decantó por el nombre de la canción compuesta por Burt Bacharach y Hal David en 1967, que en la cinta es interpretada de muy buena manera por la actriz Imogen Poots. De hecho, el cineasta británico se ha caracterizado siempre por sus buenas selecciones musicales, que en este caso no son la excepción, Soft Cell, Roxy Music, David Bowie, entre otros, pueden escucharse a lo largo del metraje.
Menos humorística de lo que anuncia el tráiler, El rey del erotismo, funciona más como una mirada colorida y convincente del Londres de los años sesenta, que como filme dramático. Pero no por ello deja de ser una cinta sólida y bien realizada por Michael Winterbottom, que resulta tan entretenida como debió ser la vida de su pudiente personaje principal, nada mal para un chico de Liverpool que llegó a Londres con apenas cinco monedas en el bolsillo.