Troker es un concepto que parece rebasar el simplista término de banda musical, pues quienes lo conforman exploran en el cine, la literatura, la gráfica y un sinfín de expresiones artísticas sintetizadas en discos espectaculares y conciertos majestuosos.
En espera de que se presenten por segunda ocasión en Morelia este 12 de junio, Revés conversó con uno de sus fundadores: Samo González, quien por cierto estudió en el Conservatorio de las Rosas, por lo que considera que Troker se gestó en Morelia.
La discografía de Troker está cargada de referencias cinematográficas que pasan desde Boogie el Aceitoso hasta Machete y los zombies del Planet Horror de Robert Rodriguez. Así lo describe su bajista:
“Estamos muy influenciados por el cine; en nuestro segundo disco, El Rey del Camino, hay un pequeño homenaje a Robert Rodriguez, y es que al ser una banda instrumental jugamos con imágenes y escenas que permiten ligar al cine con la música. En cuanto a nuestra nueva producción, Crimen Sonoro, la pensamos como parte de una novela gráfica escrita por Bernardo Esquinca e ilustrada por Mauricio Gómez Morín, que será editada por Almadía el próximo año”.
Exitosos en cualquier escenario donde se presenten, los integrantes de la banda no se conforman con la ruta de grabar discos y dar conciertos, pues a menudo se involucran en talleres, conferencias y trabajos en colectivo. Ahí han conocido a gente de otras ramas artísticas y entonces surgen las fusiones.
“Nos gusta hacer cruces de públicos, como esta mezcla del disco con el libro, o la sonorización que hacemos de la película El automóvil gris (1919), una experiencia donde se proyecta la cinta y nosotros la ambientamos en vivo”. Se trata de una invitación que la Cineteca Nacional les hizo desde 2011 para sonorizar la historia con dos horas de duración protagonizada por el inspector Juan Manuel Cabrera como él mismo, y que incluye un fusilamiento a los ladrones.
El proceso de Troker ha sido a la inversa de otras historias: ellos primero triunfaron en el extranjero y después regresaron a casa con festivales como el Glastonbury a cuestas. Sin embargo, es una banda accesible a la que se le puede disfrutar en vivo por muy poco dinero, en bares pequeños e incluso en plazas públicas de forma gratuita.
“En México hemos picado mucha piedra porque nuestra música no se difunde en radio o espacios masivos de comunicación, así que la gente solo nos puede conocer en conciertos, y procuramos que éstos sean accesibles, sencillos, para así sembrar nuestra semilla y que también nos arropen en el país”.
En la conversación vía telefónica, le confieso a Samo que para un melómano estar en Glastonbury debe ser un sueño, pero para una banda, es casi una masturbación. “Fue una experiencia increíble y más porque nos han invitado dos veces (2013 y 2014), incluso rompiendo su regla de no repetir artistas en años consecutivos. Que hayan apreciado nuestra música nos dejó mucha felicidad y aprendizaje, nos hizo ver que los ingleses disfrutan de nuestra propuesta, la bailan, la gozan. Y claro, nos puso en un panorama internacional y de rebote en el nacional, porque la validación en México curiosamente llegó así. Ya cuando habíamos estado en otros países, al parecer todos dijeron: ah, esto va en serio…”
Ser trotamundos les abre muchos caminos, desde conectarse con grandes festivales hasta ir a lugares insospechados. “Después del Glastonbury una pareja inglesa quedó muy contenta y nos invitó a tocar a su pueblo en Manchester; fue increíble porque organizaron todo muy rápido y salió muy bien”.
Vencer la barrera del idioma es un obstáculo que no existe para Troker, pues al ser una banda instrumental deja todo en el terreno de las sensaciones, del impulso colectivo que solo puede lograr la música. Pero no ha sido fácil conquistar territorios ajenos; “el problema es que en México no hay mecanismos de apoyo como sí sucede, por ejemplo, en Colombia, donde programas institucionales se aplican para financiar que artistas viajen al extranjero. Acá es por tu cuenta, por eso seguimos siendo un grupo completamente independiente y autogestivo que consigue recursos por todas partes, porque necesitas dinero para vuelos, hoteles, comidas, y tienes que ir de un lado a otro para poder hacerlo, pero cada vez aprendemos mejor”.
Sobre el proceso creativo antes de grabar un disco, Samo nos comparte: “Nos aislamos de todo, nos vamos a un lugar solitario y sin conexión a Internet ni nada que nos distraiga; antes de tomar los instrumentos platicamos mucho, compartimos experiencias de libros, de películas, de discos que escuchamos, y luego hacemos una revisión de las producciones anteriores para saber qué cosas nuevas podemos hacer, porque siempre nos gusta ir a lugares inexplorados para nosotros como músicos. Ya con esa conceptualización, entonces sí nos ponemos a tocar y se hace un trabajo muy colaborativo, una línea democrática donde todos generamos propuestas”.
Ya casi para terminar, le pregunto sobre Morelia, sobre el Conservatorio de las Rosas. “Morelia es el inicio de todo, ahí conocí a Frankie, que es de Zamora, y podemos decir que desde entonces nació Troker, porque ya nos juntábamos para hacer música”.
Antes de que cuelgue, le pido una opinión personal sobre el actual proceso político en México, donde abundaron los spots y no las propuestas. “Es una burla, los partidos nos siguen robando, son miles de millones de pesos destinados para ellos que no se les deberían otorgar. Yo voy más por los candidatos sin partidos, pues todo ese dinero se debe destinar a educación, a medicinas para la seguro social, a gente que sí lo necesite. Bueno, acá en Guadalajara hasta tenemos a un payaso como candidato, y hay otros salidos de Big Brother o de cualquier parte, sin ninguna preparación para el servicio público”.
TROKER
Frankie Mares – Batería
Samo González – Bajo y contrabajo
Arturo “Tiburón” Santillanes – Saxofón
Christian Jiménez – Piano
Gil Cervantes – Trompeta
DJ Zero – Tornamesas
DISCOGRAFÍA
Jazz vinil (2007)
El rey del camino (2010)
Pueblo de Brujos (2011)
1919 música para cine (2013)
Crimen Sonoro (2014)
ALGUNOS FESTIVALES
Glastonbury (RU), Jazz al Parque (Colombia), Wassermusik (Alemania), Festival Internacional de las Artes (Costa Rica), Vive Latino (México).