Por Alejandra Quintero
Una noche singular fue la que pasamos en el concierto de Jenny and The Mexicats ocurrida el pasado fin de semana en el El Barrio, bar ubicado en el centro de Morelia. La sencillez y la buena vibra nos cautivaron desde el momento de la entrevista y la sesión de fotos con esta banda encabezada por una inglesa, con mucho ritmo por cierto, a la que se suman dos mexicanos y un español, quienes lograron conquistar al público moreliano que en su mayoría los escuchaban por primera vez.
La mezcla de ritmos de este grupo poco convencional, como ellos mismos se reconocen, hacía imposible no mover el cuerpo, excelentes músicos que con esa revoltura de culturas y personalidades lograron un resultado explosivo en el escenario, lo que les logró ganarse casi de manera inmediata a los melómanos.
Aunque no muchos coreaban las canciones del único disco que tienen grabado y que lleva el mismo nombre de la banda, sí se escucharon muchos “te amo, Jenny”, o “estás bien guapa”; podría asegurar que todos, incluido el director de esta revista, quedaron cautivados con la cantante y trompetista que disfrutó de andar descalza toda la noche.
Son esas veladas que se agradecen, que te hacen sentir vivo con lo que la banda proyecta, esa ligereza y especie de locura de quien disfruta inmensamente lo que hace. Incluso contagiaron a la gente de prensa, esa actitud de invitarnos a ser parte de lo que hacían provocó que un intrépido fotógrafo se subiera al pequeño escenario para lograr la mejor foto, cosa que seguramente logró.
La verdad es que les recomendamos ampliamente la música de estos chicos, es una propuesta fresca, interesante y de calidad. La publicación de El Silabario y El barrio hicieron posible esta velada y han prometido que no tardarán mucho para traer a esta banda de regreso. Que así sea.