Si estas vacaciones no saldrás del estado, puedes aprovechar para conocer los hermosos Pueblos Mágicos que tenemos en Michoacán. Todos tienen una hermosa arquitectura, deliciosa gastronomía, bellísimos paisajes naturales y mucho para que visites.
Mineral de Angangueo
Se encuentra en el Oriente de Michoacán, su nombre es de origen purépecha, entre sus significados están “pueblo entre montañas”o “a la entrada de la cueva”. Tiene un importante pasado minero y uno de los santuarios más importantes de la mariposa monarca. Forman parte de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca que comprende 56 mil hectáreas, de las cuales el 70 por ciento corresponde a Michoacán.
Cuitzeo del Porvenir
Si visitas este lugar tienes que conocer el Convento de Santa María Magdalena, se trata de uno de los recintos conventuales más importantes de la región, data del siglo XVI, su fachada plateresca es considerada una de las más vistosas de América, labrada por escultores indios. El claustro se convirtió en el Museo de la Estampa. Su nombre significa “lugar de tinajas”, por la relación que tiene con el lago que lleva su nombre. Se localiza a 30 minutos de Morelia, en los límites con Guanajuato.
Jiquilpan de Juárez
También conocida como “la ciudad de las jacarandas”, es un lugar que posee grandes piezas de artes como el Cristo que fue regalado por el emperador Carlos V a fray Jacobo Daciano, un religioso perteneciente de la realeza de Dinamarca, la Fuente de los Peces erigida por Francisco Eduardo Tresguerras, murales de José Clemente Orozco dentro de la Biblioteca Gabino Ortiz Villaseñor y los giroscopios y esculturas de Feliciano Béjar en la Casa Museo que lleva su nombre. En este hermoso lugar nació el al general Lázaro Cárdenas, se localiza muy cerca del Lago de Chapala, a 3 horas de la ciudad de Morelia. Un lugar que vale la pena visitar es el templo del Sagrado Corazón, que posee una cúpula rosada y un mapa de la región durante la época cristera. En el siglo XX fue utilizado como cuartel militar, teatro y cine. En las afueras se encuentra la zona arqueológica del Otero, que fue un importante centro agrícola y cuyas edificaciones datan del año 900 a.C. A media hora de ahí se encuentra la Isla de Petatán, santuario del pelícano borregón que migra cada año desde el sur de Canadá.
Paracho de Verduzco
Se ubica en la meseta purépecha, su nombre proviene de una palabra chichimeca que significa “ofrenda”. En 1754 era conocido como San Pedro Paracho, y siendo cabecera de curato se componía de nueve pueblos. Es conocido como la Capital Mundial de la Guitarra, aquí se encuentran lauderos considerados de los mejores del país. Posee una gran tradición musical, es uno de los lugares en el estado donde se encuentran pireris, quienes se encargan de la conservación, composición y canto de las pirekuas. Aquí podrás probar también deliciosos platillos de las cocineras tradicionales purépechas. Está aproximadamente a 1 hora de la ciudad de Uruapan y a 2 horas de Morelia.
Pátzcuaro
Es sin duda uno de los pueblos mágicos más visitados del estado, su lago y hermosos paisajes lo han hecho famoso, así como sus tradiciones, comida y arquitectura. Fue la antigua capital michoacana y sede episcopal en tiempos de don Vasco de Quiroga. Su nombre significa “la puerta del cielo”, fue una de las primeras ciudades fundadas por los purépechas, también conocidos como tarascos, hacia el año 1300.
Sus hermosas plazas e iglesias de estilo barroco y neoclásico la hacen un lugar único. Un paseo por sus plazas comiendo una deliciosa nieve de pasta o un atole de grano completará la experiencia, pero por supuesto no será una visita completa si no te comes una de sus corundas rellenas. Se encuentra a menos de una hora de la capital michoacana.
Tacámbaro de Codallos
Conocido también como el Balcón de Tierra Caliente, su territorio posee hermosos cerros con bosques diversos. Su nombre significa “Lugar de Palmeras”, proviene de tacamba (una especie de palma de izote). Fue dominio purépecha hasta antes de la llegada española en 1528. Los agustinos fundan el pueblo gracias a la evangelización para 1535. La ciudad fungió como la capital de Michoacán en dos ocasiones. No puedes perderte de visita La Alberca, una poza de origen volcánico y tonos esmeraldas, localizada dentro del área urbana. Se localiza al centro del Estado, a una hora y media de Morelia aproximadamente.
Santa Clara del Cobre
Uno de los pueblos más reconocido del estado por su origen artesanal y el trabajo que hacen con el cobre. Se dice que desde tiempos prehispánicos los purépechas trabajaban los metales, lo cual mejoró gracias al impulso de Vasco de Quiroga. Visita el Museo Nacional del Cobre y conoce sus hermosas piezas que han sido ganadoras de diversos concursos, así como su taller de demostración, donde podrás apreciar como se trabajar el metal rojizo, lo golpean, funden, doblan, aplanan, repujan y cincelan. Aquí no puedes perderte de sus famosas tortas de tostadas, que podrás disfrutar en su plaza. Está a una hora de la ciudad de Morelia.
Tlalpujahua
Un hermoso lugar reconocido por ser un pueblo minero enclavado en medio de montañas, cada año miles de personas lo visitan por su Feria de la Esfera. Anualmente aquí se elaboran alrededor de 20 millones de esferas, colocándolo dentro de los cinco principales productores del mundo. Alrededor de 250 talleres familiares se dedican al trabajo del vidrio soplado. No puedes perderte la visita al Santuario de Nuestra Señora del Carmen, la Torre del Carmen y la mina Las Dos Estrellas. Está a dos horas de Morelia.
Tzintzuntzan
Se encuentra a orillas del Lago de Pátzcuaro, es la antigua capital del imperio purépecha y conserva un rico acervo histórico, además de mantener intactas ciertas tradiciones como la noche de muertos, una fiesta milenaria y religiosa que conserva los rituales funerarios de la época prehispánica fusionando las prácticas religiosas españolas. Aquí se encuentran las Yácatas, un Centro Ceremonial Purépecha que consta de cinco templos que datan del siglo XIII erigidos sobre una terraza de bloques de piedra. En el pueblo encontrarás el convento de San Francisco que conserva los árboles de olivo que plantó el propio obispo Don Vasco de Quiroga a mediados del siglo XVI. Su nombre significa “lugar de colibríes”, llegó a ser un importante centro urbano con unos 25 a 30 mil habitantes esparcidos entre el lago y las montañas cercanas. Se encuentra a una hora de la capital michoacana, en cuanto llegues sabrás por qué está en la lista de pueblos mágicos.
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