Siguen las proyecciones de largometrajes en el Festival Internacional de Cine de Morelia y ahora fue el turno de Latido (2023). Se trata del tercer largo de ficción que escribe y dirige la también guionista y directora de teatro Katina Medina Mora. En el título de la nota hablamos de maternidades, así en plural, porque se puede decir que existe más de una. Es el caso de Leonor (Marina de Tavira), una mujer madura de buena posición económica, recientemente divorciada y que ansía tener un hijo, algo que no ha podido lograr a pesar de haberse sometido a toda clase de tratamientos.
El polo opuesto lo representa Emilia (Camila Calónico), una adolescente que habita en una colonia popular de Puebla y cuyo reciente embarazo, le impide seguir adelante con sus sueños de convertirse en una bailarina profesional.
Ambas se conocen cuando la menor se postula para una beca de danza. Confrontan sus necesidades y llegan a un precario acuerdo. Leonor se encargará de proteger a Emilia a lo largo de su embarazo y al final, la joven permitirá que su protectora adopte legalmente al bebé. En un primer momento parecería que todo está solucionado, sin embargo, conforme avanza la gestación surgen toda clase de sentimientos que someten a las dos mujeres a una enorme tensión.
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La directora nos presenta a dos mujeres que carecen de una figura materna, Leonor se niega a hablar de su madre, quien murió muchos años atrás de causas no especificadas, mientras que Emilia fue abandonada por su madre en casa de su abuela, junto a sus hermanos menores.
La mesa está puesta para el drama. Leonor no puede disimular la envidia que le provoca ver a madres que conviven con sus hijos en la calle o en la sala de espera de un consultorio. Emilia rechaza la maternidad forzada que le impedirá dedicarse a lo que más le gusta.
Conforme avanza el metraje encontramos una serie de obstáculos legales que deben enfrentar ambas mujeres, primero de manera individual cuando la ley le dificulta a una la adopción si no está debidamente casada y después cuando la menor no puede someterse a un aborto legal en su lugar de origen. En ambos casos son mujeres que por una u otra situación no han podido decidir su destino.
Pero en vez de enfrascarse en un debate moral sobre la libertad de elección, la directora busca los puntos de contacto de sus protagonistas, que en la búsqueda de solventar sus necesidades afectivas encuentran en la aceptación y el acompañamiento, el camino para salir delante de la tragedia.
Se tiene previsto que la película se distribuya en México a partir del siguiente año para posteriormente pasar a la plataforma Prime Video.