Por Verónica Loaiza
Empezó como un movimiento clandestino, era ilegal ocupar edificios abandonados de las zonas industriales de Nueva York. Los artistas en los años 50 tenían necesidad de grandes espacios por lo que decidieron establecerse en viejas bodegas y apropiarlas como su taller y casa. Berlín, Londres y Nueva York, son algunas de las ciudades que convirtieron pisos industriales abandonados y en desuso se comienzan a ocupar para transformarlos en sitios habitables.
De ahí los orígenes de los lofts, cuando las industrias ubicadas en el barrio del Soho, Manhattan, desvanes y plantas superiores de las edificaciones. La arquitectura obsoleta en una nueva forma de vida, dándole un valor artístico a lo que se juzgaba como un lugar inservible. Posteriormente se permitió habitar un loft viendo el valor urbano que el centro de la ciudad de Nueva York alcanzaba y el surgimiento de una nueva conciencia.
Los llamados lofts es cada una de las plantas de un edificio de fabricas, las cuales poseen áreas de grandes dimensiones, cuya arquitectura se ha incorporado al uso domestico, laboral, comercial y artístico. Dichos espacios originalmente eran fábricas o almacenes en Estados Unidos y Europa a finales del siglo XIX y principios del XX.
También en ciudades como París y Londres se residía en lofts, aunque era una excentricidad por sus altos precios. A diferencia de Berlín, que después de la Segunda Guerra Mundial, sufrió grandes daños quedando devastada. Fue así que las pocas edificaciones que quedaron en pie, fueron adaptadas para convertirse en lugares para vivir, sin importar que hubieran sido fábricas, escuelas, hospitales, etc.
Generalmente un loft cuenta con un área de 180 a 900 metros cuadrados, puede llegar a tener de 3.5 a 5 metros de altura, lo cual se logra gracias a las losas apoyadas sobre arcos arqueados o columnas acanaladas. Las fachadas suelen tener decoraciones eclécticas que normalmente son de ladrillo y hierro fundido, cuentan con grandes ventanales de cristal, su estructura es de hierro fundido y sus acabados, aunque austeros en ocasiones pueden incluir madera.
En la actualidad el vivir, trabajar o desarrollar cualquiera actividad en estos espacios con características espaciales industriales llamados lofts, no es más que una moda que probablemente se mantenga durante muchos años.
Verónica Loaiza es arquitecta y artista visual