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Lucha sangrienta

Por Omar Arriaga Garcés*

Como el segundo país en materia de piratería es que José Xavier Navar define a México, uno de los tres autores del libro Quiero ver sangre. Historia ilustrada del cine de luchadores, reeditado por la UNAM en una edición “corregida y aumentada” en más de 100 páginas, donde se contienen las más importantes películas que a través de los años dieron forma al género de la lucha de enmascarados.

Con alusiones al Santo y al Hijo del Santo, no tan generoso a la hora de colaborar en la conformación de libros y demás materiales bibliográficos sobre la historia de la lucha libre, así como con anécdotas variopintas sobre el Ed Wood mexicano de la lucha libre, “Julio Aldama”, “que hace cintas con tres pesos y se la cree”, Xavier Navar pone de manifiesto la relación que hay entre este género cinematográfico y el cine de terror; relación bastante clara en el caso del invitado especial a la segunda edición del Feratum Film Festival, José Mojica Marins, alias Zé do Caixao, quien se dijo deudor de las cintas del Enmascarado de Plata.

“En la primera edición del libro (de tres mil ejemplares, con el que se gana fama, aunque el pago es con libros y, por tanto, no se obtienen grandes ganancias) no habíamos contemplado Santo contra el Doctor Muerte, según el propio luchador su película más importante, pero al final pues sí la metimos; en cierto sentido, ese un James Bond mexicano, con helicópteros y una gran producción, ésa sí era una película”, comentó José Xavier Navar, el único de los tres autores que acudió a la presentación en el Teatro de los Hermanos Rayón.

Asimismo, Navar refirió cómo fue que Joaquín Cordero conoció al Santo; siendo invitado a su camerino, el luchador lo recibió mientras “hacía del dos y desde ahí le contestaba; eran una dupla muy buena”, éstas y otras curiosidades están contenidas en el libro, indicó el autor, añadiendo que es un arduo trabajo recopilar la historia del cine de luchadores, si bien hay mucha bibliografía del tema, “es uno de los más recurrentes para tesis del CUEC o del CCC, los estudiantes y realizadores de cine siempre lo tratan, aunque algunas veces lo hacen como broma”.

Por otro lado, Navar se extendió sobre una cena de luchadores que hubo hace poco menos de un año en Tlatelolco por parte de la revista Box y lucha, en la que éste explicó como los distintos enmascarados se organizaban con base a su fama y a los medios económicos que tienen: “Octagón, Mil Máscaras y Tinieblas se sentaban en una mesa; ahí estaban los luchadores ricos, y por otra parte se sentaba la clase media de los luchadores, los pobres, los jodidos y lo que apenas iban iniciando; eso sí, todos hacían fila para comprar las tortas, las palomitas y los refrescos”.

Casi para finalizar y responder a las preguntas de los asistentes al teatro, Xavier Navar indicó que se piensa hacer en una edición del libro para Japón, ya que es un tema importante tanto para el mexicano como para el extranjero, así como la producción de un documental y una serie de televisión, a fin de que se venda y distribuya más el libro, pues a pesar del buen recibimiento del público de los derechos editoriales de los libros casi no se obtienen ganancias.

Por último, se habló sobre la identidad de Tinieblas y el público preguntó si éste era el Doctor Alfonso Morales, además de referir un par de anécdotas de Canek, una de ellas en el Palacio de Minería, adonde el enmascarado acudió para la presentación de Quiero ver sangre, en el que la gente quería dar portazo para entrar, demostrando el furor que hay por la lucha libre, sus figuras y su género cinematográfico.

*Publicado originalmente el 5 de octubre de 2013

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