Hoy es lunes, el maldito día que tanto odiamos porque se acaba la diversión del fin de semana e inician las responsabilidades, ya sea en la escuela o en el trabajo. Pero calma, que siempre hay gente que la pasa peor.
Ahora les contamos el caso de Branson Gillies, baterista de la banda australiana Hillsong quien eufórico decidió dejar a un lado sus baquetas para colocarse frente al escenario y lanzarse hacia el público.
Confiado en que sus fans lo recibirían en brazos, el bataco voló por los aires y cayó directito al piso, pues los ojetes de sus seguidores simplemente se hicieron a un lado. El evento ocurrió en Brasil, y según los reportes médicos el músico está fuera de peligro, pero ha prometido jamás regresar a esas tierras sudamericanas donde la gente no entiende el concepto del rockstar.