Detrás del telón de Hollywood no todo es mermelada de fresa; los comportamientos patológicos están a la orden del día y las estrellas (del cielo) parecen influir sobre las estrellas (del cine); la tragedia no ha perdido su poder de encantamiento en la última película de David Cronenberg.
Cuando Benjie y Agatha se encuentran con un tormentoso pasado a sus espaldas, los padres del niño actor (dos figuras secundarias del mundo hollywoodense), quienes disfrutan de los beneficios que les reporta su posición de progenitores de una estrella que nace, tienen sentimientos encontrados: por una parte, buscan evitar que la historia que vienen cargando se repita y sus secuelas lleguen hasta el presente que con tanto celo se han encargado de construir; por la otra, el remordimiento los asalta y se preguntan sino habría sido mejor hacer las cosas de otra manera.
Un secreto de sangre y venganza se cierne sobre los personajes de esta obra maestra de Cronenberg, Mapa a las estrellas, en que el incesto y la esquizofrenia, el deseo y el miedo no pueden taparse con los dedos de la mano, al punto de descubrir que estos rigen las vidas de los personajes, quienes de pronto se encuentran ante una encrucijada en la que nada han tenido que ver a la hora de su conformación, lo que equivale a decir que la tragedia sigue operando en nuestros días, que nos despertamos una mañana y el mundo era así, que las estrellas influyen sobre nuestro forma de ser.
Cabe resaltar la actuación de Julianne Moore como Havana Segrand, una actriz venida a menos que vive en Los Ángeles y que quiere hacer frente a su inquietante pasado mientras busca retomar su carrera profesional; un papel de una complejidad enfermiza que redondea el panorama que una familia muestra con su drama.
Una exploración de la condición humana, con un humor ácido e inteligente, que nos enseña que el mundo de Hollywood, tan glamouroso y seductor oculta más de lo que a simple vista se ve; una comedia negra con tintes apocalípticos narrada velozmente y armada de manera impecable. Un trabajo fílmico con el sello del director canadiense que nos recuerda que las alfombras rojas guardan un secreto letal desde tiempos inmemoriales, cuando el rey Agamenón regresa de la guerra de Troya y es recibido con todos los honores por su esposa y el amante de ésta, y conducido por sobre una alfombra roja que simboliza su próximo fin.
Totalmente recomendable este filme retorcido de Cronenberg.