Ha sido un largo camino el que tuvo que recorrer la comedia Maquinaria Panamericana (2016) para llegar a las salas de cine de la mano de Mantarraya Distribución. La ópera prima del mexicano Joaquín del Paso se presentó en la sección Forum del Festival de Cine de Berlín (en donde se inscriben trabajos de jóvenes realizadores aunque no se entrega ningún premio). Poco después del certamen alemán, la cinta hizo su aparición en los festivales mexicanos, en donde tuvo una destacada participación, particularmente en los de Guadalajara, Durango y Guanajuato (extrañamente no se presentó en Morelia), recién por estas fechas se puede ver en los circuitos de arte de las principales ciudades del país.
Maquinaria Panamericana es una coproducción entre México y Polonia (lo inusual de la combinación se debe a que el director hizo estudios de cine, además de que cultivó relaciones en dicho país europeo), lo cual también se refleja en el guion coescrito por Lucy Pawlak y el propio Joaquín del Paso. El relato se desarrolla en las instalaciones de la empresa del título, un negocio venido a menos, improductivo y plagado de vicios. Se acerca el fin de semana y lo que parece un viernes como cualquier otro se convierte en pesadilla cuando descubren que el anciano dueño de la empresa aparece muerto dentro de las instalaciones. Ante la perspectiva del desempleo y de la pérdida de toda clase de prestaciones laborales, los empleados deciden atrincherarse en las instalaciones, guiados por el infame y repentinamente mesiánico contador.
Toda la película se desarrolla en una sola locación: la nave industrial que incluye bodegas, oficinas, patio de maniobras y hasta un departamento en donde habitaba el propietario. Es en ese lugar donde conviven los diferentes estratos de la sociedad que se ha conformado, no sin ciertas dificultades, al interior de esta compañía, la cual representa un tipo de negocio familiar que actualmente se encuentra en extinción y con el que el director afirma sentirse fuertemente identificado.
Si bien resulta evidente la cercanía de un aeropuerto, lo cierto es que se establece cierta ambigüedad tanto en su ubicación geográfica como temporal, algo que le viene bien al filme. También es importante mencionar que buena parte del elenco está conformado por actores no profesionales, algunos de ellos trabajadores del lugar, que por ese entonces estaba cerrando sus puertas. Es cierto que con ello la cinta gana en la autenticidad de sus personajes pero definitivamente le resta fluidez a los diálogos.
La película puede interpretarse como la representación de la sociedad mexicana actual, que al carecer de un liderazgo efectivo cae pronto en manos de los charlatanes, se entrega al ocio y al desorden, además de que permite la aparición de grupos violentos. Es cierto que se plantea un conflicto familiar a lo largo del filme, pero finalmente pesa más la incertidumbre y la crisis colectiva como motores de la narrativa.
Maquinaria Panamericana es una comedia que se planta entre la apatía y el desasosiego, muestra la reacción instintiva pero absurda de un grupo de personas que pierden repentinamente no solo su fuente de ingresos sino su estilo de vida y de trabajo. Se le pueden reprochar de que por momentos avance a trompicones, sin naturalidad, pero la obra de Joaquín del Paso es lo suficientemente distintiva para merecer la atención de espectador interesado en propuestas diferentes.