De estar en una franca posición de víctima deportiva frente a la selección de Alemania, de pronto los jugadores mexicanos dan un manotazo sobre la mesa y hete aquí que se vislumbra la clasificación a la siguiente ronda. Lo que es más, si México puede ganarle a Corea del Sur casi aseguraría la primera posición del Grupo F.
El jugador del Betis Andrés Guardado y el entrenador colombiano Juan Carlos Osorio dijeron en la previa del partido que México podía ser campeón del mundo y arrancar venciendo a Alemania, lo que ni los más optimistas auguraron. Ahora parece que sus palabras cobran otra dimensión y que falta quitarse el nerviosismo, como pidió el técnico, para verlo con mayor claridad.
Por el momento, los medios especializados coinciden en que ha sido una sorpresa. Y el resultado no ha dejado indiferente a nadie. “Campanada histórica”, se lee en el diario nacional Récord; el alemán Bild habla de un “Comienzo vergonzoso contra México”; y la Rossiyskaya Gazeta de Moscú, por su parte, refiere que “El equipo de Alemania perdió ante México en la Copa Mundial 2018”.
En Argentina, Olé titula: “Canta y no llores. México le faltó el respeto a Alemania y en un partidazo le ganó 1 a 0 con un golazo de Lozano”; Globo Esporte de Brasil señala que “Con una actuación valiente México vence a Alemania por el Grupo F”; en tanto que en Perú, El Comercio habla de una “Histórica victoria de México ante Alemania, vigente campeón del mundo”.
La misma línea siguen dos de los medios más importantes de Francia, como Le Monde y France Football, que respectivamente exponen: “México crea la hazaña al derrotar a Alemania, defendiendo el título” y “México pone a Alemania en la lona”. Más lacónico es el New York Times con su “México sorprende a Alemania”, semejante al del diario español El País, que dice: “México sorprende al someter a Alemania en el Mundial (0-1)”, a lo que el periódico británico The Guardian añade el adjetivo “caótico” y destaca la actuación del delantero mexicano, autor del gol: “Lozano sorprende a unos caóticos campeones del mundo”.
Ya está, la algarabía acaba de instalarse y con dificultad se va a volver a guardar, al menos en tanto México no sea eliminado. Pero, ¿y si no lo fuera?
II
Haciendo un breve ejercicio de eso que en las universidades llaman prospectiva, una de cuyas líneas es plantear los posibles escenarios que las circunstancias actuales producirían en el futuro, la Selección Nacional podría no tener un camino tan escarpado después de todo hacia el campeonato.
Veamos. Antes de iniciar la Copa del Mundo, los cánones mandataban que de calificar México iría contra el primer lugar del Grupo E, que no sería otro que Brasil. En caso de una más que dudosa supervivencia, el equipo habría debido ir contra el ganador del choque entre el primer lugar del Grupo G y el segundo del Grupo H, es decir, del hipotético vencedor entre Bélgica y Polonia.
Por el otro lado de la llave, se encontrarían el primer calificado del Grupo A (léase Rusia o Uruguay) contra el segundo del Grupo B, acaso Portugal, aunque también podría ser España. El equipo que ganara en ese eventual Uruguay-Portugal se enfrentaría al que se llevara el duelo entre el primer sitio del Grupo C, a todas luces Francia, y el segundo del D, Croacia, pero quizá hasta Argentina.
Recapitulando. Si México sobrevivía a Brasil le habría podido tocar Bélgica y, si avanzaba, probablemente sería Francia quien le aguardara, eso si España o Argentina no finalizaban como segundos. Un camino demasiado difícil, sobre todo por enfrentarse en octavos a la verdeamarela.
Ahora el sendero no es tan escarpado ni tiene tantas curvas, aunque en semifinales habría un escollo muy complicado. Y es que si la Selección Mexicana es capaz de vencer a la Surcoreana (dependiendo de quién se alce en el Suecia-Corea de este lunes) podría afianzar el primer lugar del grupo, evitando a Brasil.
Ello significaría ir contra Suiza o Serbia, hipotéticos segundos lugares del Grupo E. De pasar de ronda, esperaría en cuartos al ganador entre Colombia e Inglaterra, posibles primer lugar del Grupo H y segundo del G, de manera respectiva. De continuar avanzando, en esa semifinal de fantasía, México podría ir contra uno de los vencedores del España-Rusia y el Argentina-Dinamarca, es decir, contra quien saliera vivo del Argentina-España. Esa sería la prueba de fuego y, de momento, un panorama que no pinta tan lejano.
Antes de que empezara el Mundial Sub-17 en Perú, en 2005, el técnico Jesús Ramírez afirmó con rotundidad que México iba a ser campeón. Nadie le creyó. Algunas semanas después, tras apear a Holanda en la semifinal, México vencía 3-0 a Brasil, en el duelo definitorio. Jugaban ahí Héctor Moreno, Giovani dos Santos y Carlos Vela. Ojalá y lo de Alemania no se sea sino el preludio.
*Foto superior: Filckr/Alan Villeda