Como parte del 27 Tour de Cine Francés se estrenó hace unos meses en México Miente conmigo (Arrête avec tes mesonges, 2022), película basada en la novela homónima de Philippe Besson. La obra de Besson, que fue todo un éxito de ventas (más de 150 000 copias tan solo en Francia), se publicó en español con el más acertado título Deja de decir mentiras, gracias a la joven editorial valenciana La Caja Books.
No es la primera vez que una novela de este escritor se lleva a la pantalla grande, hace veinte años Patrice Chéreau dirigió la adaptación de Su hermano (Son frère, 2003), con la que ganó el Oso de Plata en Berlín.
En esta ocasión fue el propio Besson quien escribió el guion en colaboración con el director Olivier Peyon. La historia transcurre en un área rural de la región de Charente, famosa por sus paisajes agrestes y por supuesto, sus viñedos. El escritor Stéphane Belcourt (un correcto Guillaume de Tonquédec), ha aceptado la invitación para presidir las festividades que conmemoran dos siglos de una conocida empresa vinícola. Reticente al inicio, Stéphane mira con desconfianza el lugar donde pasó su adolescencia, 35 años atrás. Pero al poco tiempo de llegar, el sonido de una vieja motocicleta estimula el recuerdo de su primer amor, un chico rudo al que le perdió la pista cuando abandonó el terruño para continuar con sus estudios.
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El metraje nos cuenta dos historias que avanzan de manera paralela. Por una parte, la del escritor que llega como celebridad al lugar que lo vio nacer, por la otra, la de dos jóvenes estudiantes de liceo que se descubren como almas gemelas, pero que deciden mantener su relación en secreto debido a los prejuicios imperantes en la Francia rural de mediados de los años ochenta. Ambas historias se cruzan cuando, en lo que parece ser un encuentro accidental, Stéphane conoce al joven Lucas (Victor Belmondo, nieto del conocido cineasta Jean-Paul Belmondo), quien resulta ser hijo de su antiguo amor.
Conforme ambos se conocen mejor, queda claro que el noviazgo adolescente ha dejado secuelas tanto en el escritor, como en el único hijo de su amante. Stéphane revela a regañadientes que su vida amorosa es un desastre, escribe sobre el amor, pero no sabe aplicarlo en sus relaciones. Mientras que Victor se vio afectado por el distanciamiento de su padre, quien rara vez habló de su pasado y al final terminó ahorcándose en la soledad de su departamento, negándose en todo momento a reconocer sus preferencias sexuales.
En algún momento el protagonista recuerda que siempre le gustó contar historias, al grado de que su madre le espetaba, no sabemos si en serio o un poco en broma, “¡para de decir mentiras!”. Pero a pesar de su vocación ficcional, el escritor reconoce que toda invención tiene su origen en la realidad. De hecho, la novela de Besson está basada en sus años mozos, cuando se enamoró perdidamente del hijo de un granjero.
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De esta manera, el autor y su personaje no solo se funden en una ficción, sino que se reconocen a sí mismos como individuos imperfectos, tal vez contradictorios, pero capaces de amar. Con esta película Olivier Peyon se estrenó en el Tour de Cine Francés, la cinta destaca por una historia entrañable y bien estructurada que sortea con éxito los vicios del melodrama. También es una muestra de un cine que entretiene pero nos invita a la reflexión y nos ofrece un amable acercamiento a la nueva literatura francesa.