Comenzó la decimoctava edición del Tour de Cine Francés, la cual desafortunadamente ha dejado de lado los dramas elaborados y documentales que pudieron verse en sus comienzos, para decantarse por un tipo de cine más ligero, aunque casi siempre efectivo.
Por Armando Casimiro Guzmán
Nueve meses… ¡De condena! (9 mois ferme, 2013), es una de las tres comedias (demasiadas, si tomamos en cuenta que son solo siete películas del Tour), que se incluyen este año. La cinta recibió los reconocimientos a Mejor actriz para Sandrine Kiberlain y Mejor guion original para Albert Dupontel, en la entrega más reciente de los Premios César, que se otorgan anualmente a lo más sobresaliente de la cinematografía gala.
Este es el quinto largometraje (todos ellos en el género de la comedia) que dirige, escribe y actúa el francés Albert Dupontel. En la cinta, la rígida y cuarentona jueza Ariane Felder, descubre que ha quedado embarazada, tras una noche de copas durante los festejos de Año Nuevo. Utilizando sus habilidades y contactos, la jueza no tarda en descubrir que el padre de la criatura, es nada menos que el peligroso Bob Nolan, un criminal de carrera a quien acusan de haber devorado los ojos de un anciano, tras un fallido intento de robo. Como era de suponerse, los caminos de ambos personajes se cruzarán irremediablemente para propiciar toda clase de enredos.
Dupontel refiere que después de ver un documental francés acerca de los procesos judiciales, se le ocurrió escribir una historia de amor improbable, entre una jueza y su acusado, añadiéndole toda clase de situaciones cómicas. Aunque es un personaje reconocido en el humorismo (al menos en Francia), Dupontel asegura que más que comedias, él prefiere creer que se dedica a hacer dramas divertidos. Lo cual parece haber asimilado muy bien su público, ya que éste trabajo resultó todo un éxito en la taquilla francesa.
Dupontel, además de recurrir a sí mismo, se decidió por un grupo de actores a quienes conocía desde experiencias anteriores. Pero debido a que luce sobreactuado la mayor parte del tiempo, resultan más memorables sus personajes secundarios: el abogado tartamudo, el fastidioso De Bernard y el detective entrometido. Aunque la parte más destacada le corresponde a Sandrine Kiberlain, a quien recordamos por un par de buenas interpretaciones en Mujer en venta (À vendre, 1998) y Betty Fisher y otras historias (Betty Fisher et autres histoires, 2001), una actriz que a sus cuarenta y seis años se las arregla para lucir bien, además de dotar de vida y personalidad a un personaje que en el papel sonaba demasiado simple.
Aunque la cinta recurre con demasiada frecuencia a los planos inclinados para acentuar el tono alocado de la anécdota, el resto de los recursos visuales son utilizados de manera meritoria y eficaz. 9 meses…¡De condena!, no busca otra cosa que hacer reír… y por momentos lo logra. Sus medidas dosis de humor negro y un ligero ánimo gore, la sostienen como una comedia ágil (su duración es poco menos de hora y media), entretenida y pasable ante la escasez de estrenos interesantes.