Kevin Yousef estudiaba administración de empresas cuando Hugo Chávez aún era presidente de Venezuela. Ya le gustaba la música, pero no sospechaba que la segunda década del nuevo siglo lo llevaría a formar parte de Okills, una banda de pop rock latino que primero se llamó simplemente Ok, nombre tan genérico que jamás iban a posicionarse y les condenaba a jamás ser encontrados en los buscadores de Internet. Hoy, con más de ocho años de trayectoria, la agrupación venezolana ya radica en México, donde les prometieron que todo iba a ser distinto y, según confiesa Kevin, así ha ocurrido, pues no hay punto de comparación entre la escena de este país con la de su tierra natal, en la cual no se realiza un solo festival en más de una década.
Entrevistado dos días previos a su presentación en Morelia, el bajista nos relata que realizan la gira Subtropicalia por ciudades de México antes de meterse de lleno a la grabación de nuevos temas en la ruta de otro disco, luego de haber grabado Reiniciando transmisión (2013) y América Supersónica (2014), producido por Mauricio Arcas, de Los Amigos Invisibles. “El año pasado compusimos unos 30 temas y ahora estamos en el proceso de selección; ya hemos grabado dos de ellos, uno con la colaboración de Juanes, esperando que en septiembre ya pueda salir el disco completo”.
Aunque joven, Yousef es un amante de los discos tradicionales, esos que se escuchan del primero hasta el último tema, los que traen arte, los que se pueden tocar y oler. “Hoy este consumo ha cambiado mucho, ahora un disco solo es un archivo, las canciones se distribuyen de forma individual. Un disco es el material completo de un artista y a mí me gusta escucharlos de principio a fin, lo contrario es como ver películas en pedacitos, pero así es ahora, el disco no tiene el impacto que puede tener un single cada dos meses, el consumo es tan rápido que ya nadie espera discos, y hacerlos cuesta mucho trabajo”, reconoce.
Regresando a los orígenes de Okills, su bajista nos cuenta que al inicio las influencias musicales pasaban más por el rock que escuchaban, sonaban más a una banda indie, pero poco a poco incorporaron esos sonidos latinos que se vuelven inevitables, “a partir del segundo disco ya se notan nuestras influencias más tropicales, y aunque crecimos escuchando rock, no podemos abstraernos de la cumbia, la salsa o el merengue”.
Pero cosechar el éxito no es cosa fácil; le preguntamos si en el caso de la banda recibieron alguna ayuda, si tuvieron un padrino que los guiara, y nombra entonces a Desorden Público, esa mítica agrupación caraqueña fundada en 1985 que fuera precursora de ritmos como el ska y el reggae. “Ellos nos han aconsejado, nos acompañaron desde el inicio, pero luego nos cambiamos a radicar a México y aquí fue empezar de cero, nadie nos conocía, pero comenzamos a promocionar un tema en una estación de radio y le llegó a nuestro actual manager (que también representa a Caloncho y Mon Laferte, entre otros), a partir de eso todo se involucró de lleno con el disco y encontrar lugares para tocar.
¿Por qué México?, le preguntamos, y su respuesta tiene ese dejo de lamento que comparten muchos venezolanos que dejan su país por un entorno adverso: “Nos decidimos a vivir de la música y Venezuela no es un país para eso, la industria de entretenimiento está muerta, hace 15 años no se hace un festival, por ejemplo, así que nos recomendaron cambiarnos para acá, nos dijeron que era el lugar ideal y hoy lo estamos comprobando, es el mejor país que pudimos elegir”.
Para finalizar, nos metemos en el escabroso tema de la política y las similitudes (o no) entre ambos países. Mientras que en Venezuela acaba de reelegirse Nicolás Maduro, en medio de una condena internacional que lo acusa de suprimir los derechos políticos de la oposición, en México estamos a unas semanas de las elecciones presidenciales y los enemigos de quien encabeza las encuestas lo acusan de querer imitar el modelo de Hugo Chávez y su heredero. El bajista de Okills lo tiene claro: “En mi país no hubo elecciones, hay 89 países que no reconocen este proceso y por lo tanto no se pueden considerar como legales. En segundo término, cada quién debe de vivir lo que le toca; yo no puedo poner nuestro ejemplo para aplicarlo en México, no nací aquí y no conozco su historia, lo único que puedo decir es que no caigan en divisiones, los pueblos tienen que unirse en estas circunstancias y no permitir que la clase política los divida. Solo eso: únanse, no lo contrario”.
Okills tocará este 25 de mayo en Tezla Music Gallery, los boletos están disponibles en Boletia y Cactux.
*Foto de portada: Facebook de Okills