En la quinta tanda de largometrajes mexicanos que compiten por los premios más importantes del 23 FICM, se presentó Ángeles (2025), cuatro largometraje que escribe y dirige Paula Markovitch. La cineasta argentina es muy conocida en el FICM, tanto por su labor como guionista como su trabajo en la dirección. Varias de las películas que ha escrito y dirigido han pasado por el festival moreliano, como El premio (2011) o Cuadros en la oscuridad (2017), incluso como coescritora de la ópera prima de Fernando Eimbcke, Temporada de patos (2009).
En Ángeles, Paula Markovitch regresa a Argentina, en donde la ciudad de Córdoba, la segunda más grande del país sudamericano, se convierte en un personaje más de esta curiosa historia de ayuda y amistad.
Ángeles, de doce años, e Isa, son dos pequeñas que sobreviven en las calles de la ciudad vendiendo caramelos. Su vida de precariedad solo encuentra remansos de paz en las visitas al río que cruza la urbe y las visitas al estacionamiento en donde trabaja David, un hombre en la cincuentena que les prodiga una fraternal atención.
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Cuando un día, David le anuncia a Ángeles que ha tenido suficiente de esta vida. Se forma ente ellos un vínculo que los llevará a explorar algunas situaciones inéditas, como preludio a su inminente partida. Paseos en auto, antes vetado por las cámaras de seguridad del establecimiento donde trabaja, así como visitas a centros comerciales y pequeños hurtos de licor en los supermercados, son algunas de estas pequeñas experiencias.
Se dijo en la rueda de prensa posterior a la función matutina, que está película fue el resultado de una promesa entre Markovitch y su joven protagonista, Ángeles Mayla Pradal. La historia se construyó con abundantes dosis de improvisación, con un personaje que muestra un lado indómito de la moral, algo que le permite acercarse desde otro punto de vista a las necesidades de los demás, sin dobles discursos y sin contemplaciones.
Aunque se intuye, el desenlace es crudo y difícil. No sé si da para ganarse una tanda de aplausos durante los créditos finales, pero definitivamente es demasiado para un miércoles a las 9 de la mañana.