En el tercer día de actividades de la sección de Largometrajes Mexicanos en Competencia se presentó Plan sexenal, ópera prima del capitalino Santiago Cendejas.
Por Armando Casimiro Guzmán
Se trata de una cinta de corte independiente, rodada con un presupuesto muy ajustado, pero que no por ello es justificable la escasa pericia para aterrizar las ideas del novel director.
Emulando la multiplicidad de funciones que cumplen los integrantes de los circos pueblerinos, Santiago Cendejas no solo dirige, sino que escribe el guion, edita, se encarga del sonido y hace la música, no contento con lo anterior, coproduce también su primer largometraje.
El México de Cendejas vive un prolongado apagón y un toque de queda que nadie respeta (aunque extrañamente la policía llega a tiempo cuando se le solicita y los hospitales públicos atienden a sus pacientes con relativa prontitud). En ese mundo vive el matrimonio conformado por Juan y Mercedes (Sosa, como la cantante), quienes viven horas de terror la noche en que festejan la mudanza a su nuevo domicilio.
En palabras de su creador, Plan Sexenal es un thriller que funciona como una metáfora de la situación que vive el país, intenta mostrarnos, de una manera un tanto burda, como el cambio periódico de un titular únicamente sirve para reciclar y perpetuar los vicios del pasado.
El reducido elenco está conformado por la actriz Flor Edwarda Gurrola, quien inmediatamente aceptó participar en la producción, así como Harold Torres, quien se agregó de último momento. Sobre su participación, el actor comentó: “Es una película independiente, el tipo de cine que me gusta hacer. Siempre hago la analogía de cómo los chavos de hoy prefieren ver la lucha gringa siendo que en México tenemos muy buena lucha libre, incluso mejor, siento que algo similar pasa con los nuevos espectadores mexicanos”.
Plan Sexenal marca la primera colaboración a nivel de producción de Cendejas con Gerardo Naranjo, director reconocido por haberse formado en el circuito independiente, quien en todo momento apoyó al debutante para conseguir los recursos necesarios. En ese sentido, el propio Cendejas asegura que por cuestión de costos tuvo que habitar durante seis meses la casa de la colonia Clavería de la Ciudad de México en donde se realizó prácticamente todo el rodaje.
A pesar del gran esfuerzo realizado por el director y su grupo de actores, realmente es poco lo que puede salvarse de Plan sexenal, una cinta fallida, incomprensible y absolutamente prescindible. Pero al margen de los limitados alcances de la obra, lo más comentado al término de la función de prensa tuvo que ver con la fugaz y un tanto risible aparición de la veterana performancera Rocío Boliver alias “la Congelada de Uva” (cabello morado incluido), lo que se prestó a toda clase de bromas y chascarrillos el resto de la jornada.