El Palacio Municipal de capital michoacana se llenó de notas argentinas. Un bandoneón, un violín, un contrabajo y un piano lanzaron notas desgarradoras, notas alegres, notas pasionales con sabor a tango.
…pero cuando dios o pichuco o quien sea
toma entre sus manos la vida bandoneón
y le sugiere que llore o regocije
uno siente el tremendo decoro de ser tango
y se deja cantar y ni se acuerda
que allá espera
el estuche.
Mario Benedetti
Por Antonio H. Vargas
La agrupación Quatratango se presentó por primera vez en Morelia para estrenar de manera mundial la segunda parte de La invención del Meister Eckart en el Festival de Música de Morelia en su edición 26. Los artistas del tango nos hicieron recorrer la historia de la humanidad con sus distintos tonos, nos invitaron a volver a sentir pasión por la vida misma, ternen pulsión, nos recordaron que la muerte es un elemento importante del existir cotidiano, pero que este existir se puede disfrutar.
Abrieron el concierto con Contrabajísimo del maestro Piazzola. Siguieron con Variaciones de “Invierno” y “Primavera” de las “Cuatro Estaciones porteñas” de Ástor Piazzola para violín bandoneón, contrabajo y piano de Marcelo Rebuffi. Le siguió Ave María, de Piazzola, y continuaron con Mugre, de Luis Caruanan
Después del intermedio dedicaron su obra a un místico de la edad media: Meister Eckart, quien fue juzgado por la inquisición y purificado bajo el fuego, para que luego el Vaticano reconociera su error, pues el misticismo de Eckart era válido para acercarse a Dios; él, decía que sólo puede contemplarse la pureza en la “nada” , es decir, despojarse de todo.
Finalmente cerraron con Adiós Nonino y Libertango, piezas fundamentales de Piazzola, la primera expresa un dolor profundo por la muerte de un ser amado y la segunda, como el nombre lo indica, es un elogio a la libertad.
El público reconoció el talento de Quatrotango con una serie infinita de aplausos. Es interesante cómo la dupla humano-instrumento nos arrastra a los recuerdos, en este caso cuatro bellos hombres con cuatro bellos instrumentos interpretaron, reinventaron, el tango, haciendo sentir la esteticidad de la vida cotidiana.
Los artistas juegan, reinventan la música, claro, sin perder su forma de tango; al escuchar su interpretación podemos desbordar una pasión insospechada, recordar esa época dorada que está en alguna parte de la memoria y revivir instantes de lucidez, su música nos lleva a un duelo del yo contra el yo a recorrer lugares y confundirse con el infinito.