A Bruno, mi alter ego perruno toluco.
No sabía que el periodista de entretenimiento, Juan Manuel Badillo, con más de 15 años de experiencia y fanático de Luis Miguel y Sopitas.com —según se lee en su semblanza de El Universal Querétaro (http://www.eluniversalqueretaro.mx/content/juan-manuel-badillo) conociera al crítico de cine Jorge Ayala Blanco.
Lo digo porque recuerdo que hace algunos años, cuando Alejandro González Iñárritu ganó en la 59 edición del Festival de Cine de Cannes como mejor director por su película Babel, el ahora flamante integrante de la llamada Red Mexicana de Periodistas Cinematográficos, en tono burlón, lanzó la pregunta de:
“¿Quién es Jorge Ayala Blanco?”
Tal cosa sucedió durante la lectura de mi cuestionamiento al director de The Revenant sobre qué opinaba de que —el todavía no multireconocido— Ayala Blanco dijera que su película Babel era racista, esto en el encuentro con medios de comunicación, vía telefónica, con González Iñárritu.
Así lo dijo el ahora condecorado con el Premio Joaquín Rodríguez otorgado por Badillo y amigos en la edición 14 del Festival Internacional de Cine de Morelia, la cual está por concluir este fin de semana:
«Babel es una película asquerosamente racista, para recomendarle a los norteamericanos que no dejen a sus hijos con sirvientas mexicanas, porque seguramente son tan cretinas que los van a dejar en el desierto y se van a deshidratar los niños, y que no viajen los norteamericanos al extranjero, porque seguramente van a entrar en manos de cualquier niño visceralmente terrorista, porque se trata de un árabe”.
El autor del libro La khátarsis del cine mexicano -presentado a principios de esta semana en la Feria Nacional del Libro y la Lectura de Michoacán- también agregó en ese entonces que Babel “era la película más racista de la historia… Las películas más racistas de la historia son las que les gustan a los norteamericanos, y son las que van a premiar con globos de oro…”
El tono burlón del autor de notas tan pésimamente escritas como El rey flojo, Luis Miguel, (https://cinex3com.wordpress.com/2015/02/07/luis-miguel-el-rey-flojo/)o El Paso, documental la prensa amenazada (http://www.eluniversalqueretaro.mx/content/el-paso-documental-sobre-la-prensa-amenazada), ésta última nota dedicada por cierto al documentalista Everardo González, quien “amenazara” al mismo Badillo tras defender a la responsable del evento y no poder entrar a la fiesta de la prensa acreditada hace un año en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, y a quien un año después le dieran, en ese mismo certamen fílmico, el otro premio de la “RED”, Los Guerreros de la Prensa, hizo esa pregunta: “¿Quién es Jorge Ayala Blanco?”, cuando la encargada de reunir las preguntas de los reporteros en papelitos para leérselas a González Iñárritu, no alcanzó a entender lo que estaba escrito ahí.
Entonces un servidor, que no tenía mucho tiempo desarrollándose en esto del periodismo, guardó silencio para evitar el ridículo provocado por las risas que le hicieron segunda al noble y bien encausado periodista Badillo, y quien ahora dice que su RED trabaja para elevar al séptimo arte nacional, por lo que “es necesario gente comprometida con él y también en los medios de comunicación en los que trabajan, ya que sólo de esa manera se logra tener presencia, imagen y, por encima de todo, respeto hacia afuera”.
Cuando íbamos en el elevador del edificio donde fue el “phoner” con los periodistas, en la Ciudad de México, le comenté un poco apenado al crítico de cine Fernando Bañuelos, que yo había sido ese que escribió sobre el profesor Ayala Blanco y Babel. Bañuelos me dijo que… “ esa era la pregunta” y que no me hubiera achicado. Gajes del oficio, pues.
El caso es que ahora que a Jorge Ayala Blanco lo están promoviendo para el Premio Nobel de Literatura 2017 y que ha ganado múltiples reconocimientos cinematográficos, a Badillo y su Red Mexicana de Periodistas Cinematográficos les parece bueno darle un reconocimiento en la Feria de las Vanidades Periodísticas —y Literarias— del Festival Internacional de Cine de Morelia. Es que, como dijera el otrora prócer del periodismo de cine en México, César Huerta, hace un año en ese mismo festival que ahora finaliza: “¿Si no nos reconocemos nosotros —los periodistas— entonces quién?”
¡Qué importantes somos y cuánto nos queremos!