¿Cuántos músicos y cantantes habrán encontrado su vocación escuchando a Elvis?, no sé cuántos pero sé de uno: Robert Gordon, quien recibió el llamado del rocanrol a los nueve años de edad.
Por Jorge A. Amaral
Tan es así que a los 17 ya estaba grabando bajo el nombre de Bob con un grupo llamado The Confidentials, para después cantar punk en los 70 con otra banda, The Tuff Darts, en Nueva York, siendo de los grupos habituales del mítico CBGB hasta que después de varias charlas con Richard Gottehrer surgió la idea de grabar rockabilly, para lo cual contó con la colaboración del portentoso y rudo guitarrista (uno de mis favoritos del género, ya hablaremos de él en otro momento) Link Wray, quien años después definiría a Robert Gordon como el heredero de la voz de Elvis Presley. Es por eso que esta semana recomiendo ampliamente: de 1979, Rock Billy Boogie.
En este disco la influencia de Elvis es innegable tanto en la voz de Gordon como en la forma de cantar. El álbum abre con el tema que le da nombre al disco, una excelente interpretación, un rockabilly purísimo.
Como segundo corte, nada más ni nada menos que de Elvis, “Love my baby”, con un slap en el contrabajo que le da ese aire del sureste de Estados Unidos, muy para seguir a tono con el tercer corte, “I just found out”.
También de resaltar es la extraordinaria manera en que Robert Gordon lleva al rockabilly el blues clásico de Big Bill Bronzy “All by my self”, a final de cuentas los hijos de vez en cuando regresamos a la casa paterna aunque sea de visita. Aquí destaca la excelente ejecución en la guitarra de Chris Speeding, igual que en “Black slacks”.
Como muestra de esta excelente voz, recomiendo el sexto tema del disco, “The catman”, un rocanrol ideal para bailar suave o escuchar a todo volumen en el carro para olvidar por unos minutos la marcha del día.
Perfecta para una serenata sui géneris o un bailecito con su prenda amada, la dulcísima balada “It’s only make believe”, con una encantadora sección de cuerdas, unos coros muy a tono y un solo de trompeta que hace recordar la etapa de Elvis cuando grabó “Viva Las Vegas” o “My way”.
Aunque para Rock Billy Booguie ya no contó con Link Wray, ciertos restos de este guitarrista quedaron en un señor blues titulado “Wheel of fortune”, muy ad hoc para terminarme este café y servirme el escocés reglamentario de la noche.
Con un toquecito más country muy al estilo Johnny Cash, “Walk on by” es aderezada con la sección de cuerdas de la que ya les hablaba, lo cual contrasta de manera curiosa con los efectos en la guitarra eléctrica y la limpísima voz de Gordon. Impensable que haya sido cantante de punk, porque de hecho el punk no se caracteriza por sus grandes voces.
Para cerrar y aprovechando que se viene diciembre, “Blue Christmas” se une a esa larga lista de navidades tristes de muchos cantantes de todos los géneros, pero con ese sonido country y el vozarrón de este señor es una pieza única, comparable con casi cualquiera del disco navideño de Johnny Cash (no recuerdo el nombre en este momento).
En fin, estimado lector, tenga a bien conseguir Rock Billy Booguie de Robert Gordon y disfrute un excelente disco de buen rockabilly. Salud.