CARTELERA RETROSPECTIVA
La polémica ha rodeado casi desde su gestación a Selma (2014), tercer largometraje de ficción que firma la cineasta estadounidense Ava DuVernay (y primero que se estrena en México).
La cinta versa sobre la lucha de Martin Luther King por la defensa de los derechos civiles en los Estados Unidos y tuvo un gran recibimiento entre la crítica norteamericana. Por lo que las omisiones de la directora, así como del actor David Oyelowo en las nominaciones de la más reciente entrega de los premios Oscar, generaron toda clase de reclamos dirigidos a los miembros de la Academia, acusándolos entre otras lindezas, de misóginos y racistas.
La explicación oficial es que el estudio Paramount no alcanzó a enviar a tiempo los screeners para cada uno de los miembros. Pero inexplicablemente (si tomamos como cierto el argumento oficial), el filme fue nominado a Mejor Canción Original y Mejor Película, con el consiguiente impulso taquillero que otorga esta última categoría.
Selma no se trata de una cinta biográfica de Martin Luther King, en cambio se centra en la etapa en que el activista organizó una marcha pacífica entre las localidades de Selma y Montgomery en el estado de Alabama, sitios caracterizados por su alto nivel de segregacionismo e intolerancia. Finalmente ante la presión de los manifestantes y un número cada vez mayor de simpatizantes en toda la nación, el presidente Lyndon B. Johnson aprobó en 1965, la Ley sobre el Derecho al Voto de los ciudadanos negros.
Desde 2008 se tenía conocimiento que existía un guion original para la película. Tiempo después se aseguraba que sería Lee Daniels quien llevaría la dirección, incluso se barajaban varios nombres para integrar el reparto. Sin embargo, cuando todo indicaba que iniciaría el rodaje, Lee Daniels decidió abandonar el proyecto para dirigir El mayordomo de la Casa Blanca (The Butler, 2013). Fue entonces que el actor David Olenyowo (uno de los descartados por Daniels), hizo campaña para que la directora Ava DuVernay se integrara al rodaje.
El guion de Paul Webb no estuvo exento de polémica. DuVernay, quien no aparece en los créditos del libreto, asegura no sin cierta amargura, que ella reescribió en un noventa por ciento el texto, incluyendo los discursos de King (no pudieron utilizarse los originales porque los derechos están cedidos a otra productora). Por si fuera poco, muchos historiadores criticaron la visión de la directora sobre la postura del presidente Johnson en el tema de los Derechos Civiles.
Tanto es lo que se ha dicho y filmado sobre la vida de Martin Luther King, que es muy poco lo que se podría agregar a su legado. Los principales aciertos de Selma son la convincente interpretación de Olenyowo, la sutileza del conflicto familiar (cuando la esposa confronta al activista sobre sus infidelidades), así como los encuentros entre King y el presidente Johnson.
Desafortunadamente la cineasta no consigue dotar de un nivel de emoción constante a un relato que resultará difícil de seguir para algunos, pese a su relevancia histórica y la abundante información disponible. Más malo aún, en su intento para conmover al espectador, DuVernay no duda en utilizar trucos simplistas: la cámara lenta para retratar el atentado a una iglesia y efectos de sonido para resaltar el nivel de brutalidad policíaca contra manifestantes indefensos. Contra la opinión general y pese a sus cualidades (que las tiene), es una cinta prescindible.