Durante su larga carrera en el cine Clint Eastwood ha dirigido 35 películas, tiene 86 años de edad y aun no piensa en el retiro. Su más reciente trabajo Sully: La hazaña en el Hudson se estrenó en Estados Unidos durante el estratégico fin de semana previo al 11 de septiembre y desde entonces se embolsó más de 120 millones de dólares, el doble de sus costos de producción.
La película es un drama basado en hechos reales, tomando como referencia el libro Highest duty coescrito por Chesley Sullenberger y Jeffrey Zaslow que fue publicado originalmente en 2009 (en español está editado por Harper Collins por con el título Sully: La hazaña en el Hudson). El guion escrito por Todd Komarnicki cuenta el incidente del vuelo 1549 de US Airways que el 15 de enero de 2009 tuvo que hacer un amarizaje de emergencia en el río Hudson de Nueva York, debido al fallo de sus dos motores a causa de un incidente con un grupo de aves. Gracias a la pericia del piloto aunado a una buena dosis de suerte, los 150 pasajeros y los cinco miembros de la tripulación salieron con vida del incidente.
La narrativa del filme nos sitúa desde el punto de vista de Sullenberger (“Sully” para los amigos), quien cuenta lo abrumador de su ascenso mediático y el acoso que recibió por parte de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB por sus siglas en inglés), quienes pocos días después del incidente lo acusaron de haber puesto en peligro la vida de varias personas de manera innecesaria.
Los seis minutos que duró el avión de US Airways en el aire son insuficientes para hacer una película, al menos una buena, es por ello que el guion recurre a constantes saltos en el tiempo: se incluyen viejos recuerdos del capitán Sully, constantes llamadas familiares y una no muy detallada investigación del accidente, la cual pone a los miembros de la NTSB como los malos de la historia y hace lucir el supuesto carácter mesurado y la notable capacidad de réplica del personaje interpretado por Tom Hanks (actuando casi como él mismo, pero con el cabello enteramente cano).
El incidente del vuelo 1549 ocurrió poco tiempo después de que iniciara la crisis económica desatada por la especulación inmobiliaria en los Estados Unidos. Por lo que el exitoso desenlace de un hecho que pudo convertirse en tragedia convirtió al capitán Sullenberger en un héroe inmediato. Recordemos que los estadounidenses habían recibido pocas noticias buenas en los últimos años, especialmente en el tema de la aeronáutica.
A pesar de que ha sido muy bien recibida en la Unión Americana, la película generó el reclamo de parte de los miembros del NTSB quienes se quejaron de la manera en la que son representados (el propio Clint Eastwood afirmaba en un video promocional de la cinta que ellos habían inculpado injustamente al piloto). Los investigadores de la NTSB aseguran que en ningún momento quisieron exhibir a Sullenberger y que únicamente se siguió el protocolo común a todos los casos de accidentes aéreos.
El talento de Clint Eastwood está fuera de toda duda, cintas como el western Los imperdonables (Unforgiven, 1992), o el drama maternal en El sustituto (Changeling, 2008), son prueba de ello. Pero su más reciente película es convencional y monótona. Sin duda tiene su público y muy probablemente estará en los premios Oscar, pero indudablemente es de lo más inofensivo en la larga filmografía del cineasta californiano.