El talento local está presente en el Sexto Animal Film Fest (AFF). En la sección de cortos michoacanos conviven desde proyectos universitarios hasta grandes producciones. Testamento 1978, rodado en distintas locaciones del municipio de Cuitzeo, es una película que combina el pasado de la tradición regional con un toque de actualidad, todo esto respaldado por un gran equipo de trabajo. Al final de la proyección platicamos con Carlos Contreras Meza, director del corto:
¿De dónde salió la idea de hacer este corto?
Inicia en la universidad, cuando tuve una clase Pitch, que es creación de venta de un proyecto. Para esto tuve que idear todo el concepto, toda la historia y se nos hizo buena idea para presentarlo como un proyecto de cortometraje y pensarlo a futuro como un largometraje. La idea era centrarnos en la cuenca del Lago de Cuitzeo, ya que es una región muy explotable cinematográficamente hablando. No olvidemos que en Michoacán hay otros lugares muy bonitos como Zirahuén, Pátzcuaro, Capula, lugares que tienen bosque y esa era la idea, hacer algo grande con gente de Michoacán, que demostremos que con algo no tan caro se puede hacer algo muy grande, tal vez al estilo Hollywood.
¿Consideras que el espacio geográfico y la historia de un lugar influyen para el surgimiento de las leyendas y el folclor?
Sí, claro. De hecho en este momento estamos haciendo scouting, que es visitar distintos lugares para buscar locaciones, y encontramos varios que sumarían muchísimo al proyecto. Se puede explorar mucho más la región, el agua, las historias prehispánicas, todo esto es un plus. Hay mucho que explotar.
Las locaciones de tu cortometraje serían la envidia de cualquier cineasta que busque un ambiente de terror de época. ¿Cómo conseguiste estos espacios?
Buscábamos una casona. Pensamos inicialmente el ex Convento de Cuitzeo, pero el INAH no lo permite. Entonces tuvimos que buscar otros lugares, un caballero que radica en Cuitzeo nos prestó la vieja Casa de las Posadas. También sumamos la hacienda de San José en La Cinta, entre Michoacán y Guanajuato. Queríamos indagar más y terminamos en una casa vieja en Jeruco construida hace como 120 años.
Ya conocía uno de tus trabajos anteriores, pero después de ver Testamento 1978, se nota la magnitud y el crecimiento que has experimentado. Estamos hablando de una producción que tomó más de tres años y que incluyó un gran grupo de profesionales. ¿Cómo reuniste este equipo?
Fue muy lindo, porque tuve la fortuna de conocer a las personas indicadas que me fueron presentando a más personas talentosas y al final se creó un crew muy talentoso en todos los aspectos. Tuve la oportunidad de hacer un proyecto que se sentía tan real en cuestión cinematográfica porque los departamentos no eran solo fotografía y audio, teníamos incluso subdepartamentos.
La logística fue difícil porque trajimos gente de San Luis Potosí, Zacatecas, Puebla y Aguascalientes, en donde una universidad nos contactó con varios alumnos que estudian cine. Fue una planeación de cinco o seis meses antes y toda la posproducción que ya viene después, tomó otro año. Fue un placer trabajar con ellos, espero que esto siga creciendo, que sigamos aumentando la calidad de nuestros siguientes proyectos. Ahorita tenemos un proyecto de casa productora y esperamos que salga a flote por si alguien se entera de esto y quiere sumarse, será bienvenido.
La presidenta municipal de Cuitzeo, Rosa Elia Milán Pintor, estuvo presente en la proyección del cortometraje. Nos enteramos de que en este momento se encuentran en pláticas para presentar Testamento 1978 en Cuitzeo, en el marco de la celebración de Noche de Muertos, una oportunidad ideal para mostrar el talento local en ese Pueblo Mágico y una inspiración para los jóvenes estudiantes de las comunidades de la cuenca.
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