Entre las óperas primas que presenta la 21 edición del Tour de Cine Francés destaca la comedia dramática Paso a paso (Patients, 2016), codirigida por el cineasta autodidacta Mehdi Idir junto al enorme (por su tamaño), Fabien Marsaud, alias Grand Corps Malade. La película se estrenó en Francia en marzo del presente año, encontrando una buena respuesta por parte del público local.
Situada en los años noventa, la cinta sigue los pasos de Benjamin, un joven estudiante que acaba de sufrir un penoso accidente que lo deja inmovilizado de pies y manos. Internado en un centro de rehabilitación, Benjamin emprenderá su recuperación ayudado por un grupo de amigos tetrapléjicos y parapléjicos que ríen, sufren, se enamoran y enfrentan las pequeñas tragedias del día a día, cada uno a su modo y con distintos grados de éxito, pero todos compartiendo un notable espíritu solidario.
Vale la pena mencionar que la película está inspirada en un episodio de la vida de Fabien Marsaud, quien recibió el apodo de Grand Corps Malade (“Gran Cuerpo Enfermo”, en francés), debido a sus casi dos metros de estatura y al hecho de que camina apoyado en un bastón, esto último como consecuencia de un accidente ocurrido en 1997, en donde sufrió rotura de vértebras y cuyo diagnóstico no incluía la posibilidad de volver a caminar. Pero dos años después Marsaud salió por su propio pie para integrarse al movimiento slam, un tipo de poesía oral interpretada, muy cercana al hip hop y con el que ganó cierta notoriedad.
El guion de Paso a paso fue coescrito por el propio Marsaud, tomando como base muchas de sus vivencias personales plasmadas en el libro Patients, el cual no se encuentra disponible por ahora en español (uno de sus trabajos anteriores, El ritmo de las agujas del reloj, está editado en castellano por Grijalbo). Cabe mencionar que el filme fue rodado en el centro de rehabilitación de Courbet, un pequeño poblado francés en donde el propio Grand Corps Malade llevó a cabo sus terapias de recuperación.
Mehdi Idir ha dirigido buena parte de los videos del cantante, por lo que fue una decisión natural continuar la colaboración con Grand Corps Malade cuando éste decidió adaptar su texto a la pantalla. El elenco, que refleja la multiculturalidad de la Francia actual, está conformado por una serie de jóvenes actores, todos ellos prácticamente desconocidos a excepción de Pablo Pauly, alrededor de cuyo personaje se desarrolla la historia.
El título hace referencia no solo a los pacientes como sujetos que reciben la atención de una unidad de salud, sino también a la paciencia requerida para no desfallecer ante la titánica tarea de ponerse unos pantalones o el sueño casi imposible de tomar un baño por cuenta propia. Los directores podrían haber elegido un tono de patetismo exacerbado, pero en cambio, nos ofrecen una mirada bien documentada y frontal de la discapacidad (tal como se menciona en la película, sin usar la corrección política que impera en los medios), pero que resulta al mismo tiempo cálida, conmovedora y con una buena dosis de humor. Es una oportunidad para apreciar sin prejuicios la vida cotidiana de estos personajes, con sus preocupaciones y sufrimientos, pero con un deseo inmenso de vivir.