El pasado 16 de junio, de no haber sido asesinado el 13 de septiembre de 1996, 2Pac habría cumplido 43 años de edad. Sin duda alguna, hablar de Tupac Amaru Shakur es referirse a uno de los raperos más importantes y una figura de culto en el hip hop por la calidad de sus letras y su interesante flow.
Por Jorge A. Amaral
Es así que si algún neófito en la materia me pregunta qué discos de él hay que escuchar, de entrada la diría que All eyez on me y Tupacalypse now, pero si lo que se busca es algo más elaborado, incluso diferente a lo que encontramos en “Picture me rollin’” o el clásico “California love”, mi recomendación, y sobre ello hablo esa semana, es el disco The rose that grew from the concrete, editado en el año 2000 de manera póstuma y con interesantes colaboraciones, esto al ser una recopilación de poemas escritos por este MC, que en su totalidad se reúnen en el libro del mismo nombre.
Los poemas reunidos en este disco reflejan a otro Tupac, un tanto ajeno a la thug life expresada en muchas de sus canciones, ajeno a la parafernalia del mundo del rap; aquí encontramos a un Amaru Shakur más politizado, a un artista que necesitaba y buscaba otras formas de expresar aquello que en la música, por la voracidad comercial de la industria disquera, simplemente no cabía, según los intereses de su promotor Suge Knight, un mafioso metido al negocio de la música. Y es que muchas veces, los artistas, cuando aún dependen de una disquera o de un promotor, no pueden grabar todo aquello que quisieran decir, y tal fue el caso, por ejemplo, de Calle 13, que en un principio tuvieron que grabar lo que a la disquera interesaba, que era el boyante género del reggaetón, por lo que tuvieron que esperar a poder decir que no para entonces sí hacer música de calidad.
Entre los poemas de Tupac que podemos encontrar en The rose that grew from the concrete, es de mencionar, por ejemplo, “Wake me when I’m free”, con la participación de Babatunde Olatunji, en el que Tupac pide ser liberado de esta pesadilla que es el mundo actual para despertar en un mundo mejor, más justo y equitativo, un mundo ideal, con ese que los afroamericanos sueñan al evocar a la madre África, donde eran reyes: “I waited and died in ignorance, / but my inner eye can see a race / who reigned as king in another place / The green trees were rich and full / and every man spoke of beautiful men and women together as equals”.
Una interesantísima participación en este disco la tenemos con Mos Def en la musicalización y lectura de “Can u c the pride of the panther”, un hermoso poema en honor a las Panteras Negras, de quienes su madre y su padre fueron miembros bastante activos durante la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Para darnos una idea de la fuerza de este poema, me doy el gusto de transcribir algunos versos:
I said the P is for power, the A for action
The N-T because now is the time to get it done
See the H is for heart, and the E for effect
The R hold it down at the end for respect.
(…)
Can you see the pride of the panther
as he glows in splendor and grace?
Topling obstacles placed
in the way of the progression of his race
Can you see the pride in the panther
as she nurtures her young, all alone?
The seed must grow, regardless
of the fact that it’s planted, in stone
Can’t you see the pride of the panthers
as they unify, as one?
Con lo anterior podemos notar la marcada influencia que sobre Tupac tuvieron el manifiesto Ten point plan de las Panteras Negras, pero también los postulados de gente como Malcolm X o Martin Luther King Jr.; podemos leer un afrocentrismo permeado incluso por las ideas revolucionarias de la NOI (Nation of Islam). En estos poemas tenemos a un Tupac consciente de que para ser una mejor sociedad necesitamos ser mejores individuos y viceversa.
Con estas letras de reivindicación afroamericana, la participación de gente como Mos Def, Dany Glover, Dead Prez, Sonia Sanchez o la mismísima madre de Tupac, Afeni Shakur, además de las excelentes musicalizaciones con matices de rap y una deliciosa gama de sonidos tribales africanos, The rose that grew from the concrete merece ser atesorado no como un álbum de rap porque no lo es, sino como un poemario musicalizado que nos permite asomarnos a la cultura afroamericana, a su sentir, a sus anhelos, a sus reclamos. Después de entender un poco esa realidad, podemos comprender de manera más amplia la razón de ser y el espíritu de las músicas negras de Estados Unidos desde las work songs hasta el rap.