El humor ha sido desde sus inicios, uno de los componentes fundamentales de la programación del Tour de Cine Francés. Entre los trabajos que conformaron la pasada edición encontramos la comedia dramática Una familia peculiar (Cigarettes et chocolat chaud, 2016), ópera prima de Sophie Reine, conocida anteriormente por su labor en edición y quien con este trabajo debuta no solo como directora sino también como guionista y que por estas fechas llega a la cartelera local.
El título original de la cinta en francés está inspirado en el tema “Cigarettes and chocolate milk”, del cantante estadounidense, afincado en Canadá, Rufus Wainwright. Una de las líneas de la canción parece hacer referencia directa al protagonista (“so, please be kind if i’m a mess”), Denis Patar, un padre de dos pequeñas de trece y nueve años de edad, que intenta sobrellevar la crianza de las chicas tras la muerte de su madre.
Con más entusiasmo que orden, el atribulado progenitor hace malabares para hacerse cargo de dos empleos además de atender las tareas domésticas. Hasta que un día, un reporte policial sugiere la intervención gubernamental, la cual llega por mediación de la tenaz Séverine Grellot, quien obligará a Denis a tomar un curso de educación parental para mantener la custodia de sus hijas.
La cinta es una comedia familiar que plantea la posibilidad de una paternidad entregada y significativa, más allá de lo que el Estado considera apropiado para el bienestar de los infantes. Una versión distinta de la paternidad responsable es el caso de Denis, un desordenado idealista que no ha superado el dolor de la muerte de su esposa y que atiende una sex shop por las noches. Pero con el ánimo de conseguir la aprobación estatal para mantener unida a su familia, Denis pierde la espontaneidad que lo caracteriza y solamente una situación inesperada podrá sacarlo de esa pasividad.
Las chicas son un componente importante del filme: la menor, Mercredi, plagada de piojos y aficionada a la lucha libre, así como la adolescente Janine, quien toca malamente la flauta y lucha por ocultar los síntomas de una extraña enfermedad neurológica, conforman el cuadro familiar de los Patar. Parecen esbozar la idea de que a pesar de sus diferencias todos buscamos aceptación e integración social en algún momento de nuestras vidas.
La obra de la directora francesa alcanza momentos de humor agradables, pero la inclusión de una serie de recursos digitales parece innecesaria dentro del relato. Sin embargo, tal vez el principal defecto del filme es que no logra definir su tono, transitando todo el tiempo entre la mesura y la comedia alocada sin encontrar un justo medio que brinde uniformidad al conjunto.
Una familia peculiar es una comedia entretenida pero que por momentos avanza a trompicones. Sus personajes no son del todo entrañables pero cuenta con los elementos suficientes para pasar un buen momento en el cine. Por instantes puede parecer facilona y predecible, pero la directora nos reserva un par de sorpresas para el final, las cuales compensan un poco las deficiencias de una historia que ya se ha visto muchas veces en la pantalla.