En esta semana donde los mexicanos celebramos a nuestros muertos, uno de los puntos más visitados en todo el país es el pueblo de Pátzcuaro y sus alrededores, pues encontramos un festejo tradicional purépecha que por fortuna sigue en pie, sin ser trastocado por otro tipo de rituales.
Si te lanzas para la Ribera del Lago, además de atestiguar las cientos de ofrendas colocadas en las comunidades, puedes darte una vuelta por el centro de Pátzcuaro y echarle ojo a las escultura de la artista de origen alemán Uli Solner, quien actualmente radica en Cuernavaca, Morelos, pero que vivió por 10 años en Erongarícuaro, pueblo que le dio mucha tranquilidad y perspectiva para su qué hacer artístico, aunque finalmente eligió una ciudad mucho más activa y cercana a la CDMX para encontrar mejores oportunidades de distribuir su obra.
La colección de 22 piezas escultóricas creadas por Solner le dieron brillo a los festejos de tercer aniversario del hotel La Casa B & B, ubicado en la calle Navarrete 27 del pueblo mágico. En su pasillo principal, se pueden observar esculturas bajo diferentes técnicas que nos remiten a una combinación entre inocencia y modernismo; por un lado figuras de animales de granja que juegan a las máscaras como una crítica social contra los estereotipos, por otro, cuerpos femeninos al desnudo que expresan sensualidad, elegancia y erotismo en unas cuantas figuras.
Egresada de la Escuela Superior Landshut y de la Universidad de Munich, Uli Solner tiene una sólida carrera de más de 40 años (casi 30 de ellos en México) que la han llevado a exposiciones individuales y colectivas. Recurre a materiales como plastilina, resinas, bronce y cera para crear un mundo subjetivo, lleno de misterios y anclados a los orígenes del ser humano.
La exposición “Ayer, hoy, siempre” permanecerá todo el mes de noviembre en La Casa B & B; la puedes visitar a cualquier hora y, si te animas, comprar una de las piezas.