En nuestras entregas anteriores, informamos de cómo Luna Nueva, asociación civil a cargo del Segundo Festival Internacional de Mapping (FIMA) no cubrió diversos adeudos a artistas invitados, proveedores de equipo e incluso miembros de su propio staff.
Uno de ellos, quien prefiere nos reservemos su identidad, trabajó por dos semanas en el evento, bajo la promesa de que se le pagarían 20 mil pesos. Como no firmó ningún contrato, al final no le pagaron nada, pese a que las jornadas laborales eran pesadas y bajo mucha presión. Calcula que, como él, al menos otras diez personas del staff se fueron sin retribución alguna; la dirección del Festival sólo les dio largas, argumentando que estaban en auditoría y eso tenía detenido el flujo de recursos.
Sin embargo, recursos es lo que menos le ha faltado a Luna Nueva, la cual ha bajado al menos 40 millones de pesos vía donaciones en el periodo 2016-2018, como lo documentamos en la segunda parte de nuestra investigación.
Un contrato por 10 millones
Pese al magro antecedente derivado de no pagar a quienes, en los hechos, hicieron posible el segundo capítulo del FIMA, Luna Nueva volvió a ser beneficiada con 10 millones de pesos provenientes de la Secretaría de Cultura federal para realizar una tercera edición de este festival.
Así consta en el contrato SC/DGA/CD/00733/17, celebrado por María Eugenia Araizaga Caloca, entonces directora general de Administración de la Secretaría de Cultura (donante) y Fabiola Margarita Verduzco García Herrera, representando a la AC Luna Nueva, Promoción Cultural (donataria).
Firmado el 23 de marzo de 2017, el contrato compromete a Luna Nueva a realizar la tercera edición del FIMA en Morelia. En el inciso II.4, se escribe que la donataria “presentó a la DONANTE el proyecto que justifica y fundamenta las actividades culturales a financiar con el monto del donativo, para beneficiar a los ciudadanos habitantes de Morelia con un impacto estimado de 50,000 personas por medio de la proyección de imágenes visuales que enaltecen los valores culturales del estado y eventos integrales, culturales, durante los días del festival. Apoyar a la formación profesional de 150 exponentes, 500 alumnos e interesados en el mapping”.
Como garante de que los recursos se aplicarían correctamente, el inciso II.7 designa a Lilia Ruiz Pedraza, quien en el documento acepta la designación hecha por Luna Nueva, lo que implica a su vez que esta persona maneje o aplique recursos públicos.
En las cláusulas aceptadas por ambas partes, Luna Nueva se compromete a realizar un festival gratuito en la ciudad de Morelia, donde se incorporen expresiones artísticas como la animación digital, cine, teatro y música con tecnología audiovisual en 2D y 3D.
Además, signa el compromiso de “reunir a destacados exponentes de la industria del mapping de varias partes del mundo con la finalidad de compartir sus experiencias y conocimientos con los participantes y el público en general, a través de los concursos, conferencias, talleres, mesas redondas, instalaciones, exposiciones y clases maestras. Coordinar y promover 2 espectáculos integrales masivos donde se vinculen artistas visuales, escénicos y musicales para mexicanos y extranjeros”.
En esa primera cláusula, se establece que la asociación civil tiene un plazo máximo de 10 meses para la aplicación de los recursos y el mismo para el cumplimiento de los objetivos señalados, “los plazos anteriores empezarán a correr a partir del depósito que se haga a favor del donatario, conforme a la Cuenta por Liquidar Certificada”, se especifica en el contrato.
La cláusula sexta señala que en el supuesto de que el donatario incumpla con cualquiera de las obligaciones y responsabilidades derivadas del presente contrato, la donante, sin necesidad de declaración judicial, solicitará la restitución de los recursos disponibles del donativo que aún no se hubiesen ejercido y que no estén comprometidos, incluyendo, en su caso, los rendimientos financieros obtenidos, a fin de concentrarlos en la Tesorería de la Federación.
Nunca hubo un tercer FIMA
En los hechos, la tercera edición del Festival Internacional de Mapping nunca ocurrió. Ni en 2017 ni en 2018 hubo tal cosa en Morelia, como se firmó en el contrato. No hubo espectáculo con tecnología 2D ni 3D; tampoco talleres formativos, ni clases maestras; mucho menos mesas redondas, instalaciones o exposiciones. Si las condiciones del convenio se hicieron valer, Luna Nueva debió regresar el donativo, y si no lo hizo a tiempo, habría que sumarle intereses, como lo dice la cláusula octava del contrato.
Más aún: el renglón 9, referente a la rescisión, señala que la donante “informará lo conducente a la Secretaría de la Función Pública para que el donatario sea identificado en el Registro Único de los Beneficiarios de los Donativos de la Federación, como beneficiario no elegible de donativos posteriores”.
Sin embargo, de acuerdo al Reporte de donatarios autorizados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Luna Nueva habría recibido en 2018 (un año posterior al contrato señalado) la cantidad de 14 millones 500 mil pesos.
¿En Santa Clara?
A pesar de que el contrato señala claramente que el FIMA debía realizarse en Morelia, Luna Nueva llegó a asegurar que la tercera edición se llevaría a cabo en Santa Clara del Cobre. Así al menos le informaron a un usuario de Facebook, quien preguntaba si se llevaría a cabo el evento. “Sí, en el mes de diciembre en Santa Clara del Cobre, del 6 al 9”, se lee en la red social, fechado el 28 de septiembre de 2017.
Meses atrás, en junio de ese mismo año, el entonces alcalde de Salvador Escalante (municipio al que pertenece Santa Clara) José Jesús Lucas Ángel, solicitó al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, un apoyo de 2.5 millones de pesos “para realizar en 2018 el Festival Internacional de Mapping en Santa Clara del Cobre que, según dijo, tendrá un costo total de 20 millones de pesos”, se lee en una nota del portal mimorelia.com firmada por el reportero Héctor Jiménez. Otra similar aparece en el sitio Contramuro, en la que la periodista Ireri Piña también relata la petición del presidente municipal: “Ahí, el mandatario estatal se comprometió a otorgar 2.5 millones de pesos a Santa Clara, para que ahí se realice el festival de video mapping en diciembre próximo”.
No queda claro si el FIMA pretendía realizarse en diciembre de 2017 o en alguna fecha de 2018. No sabemos, hasta el momento, si el gobernador efectivamente derogó esos 2.5 millones de pesos prometidos. Lo único evidente es que el FIMA no se realizó ni en Morelia ni en Santa Clara del Cobre, a menos, claro, que se hubiese realizado en completo sigilo, sin publicidad, sin difundirlo en sus redes sociales y sin que nadie en el pueblo mágico se enterara.
Con información de Alejandra Quintero y Francisco Valenzuela
